67.- EL QUINTO MANDAMIENTO DE LA LEY DE DIOS ES: NO MATARÁS.

 

67,1. Este mandamiento ordena no hacer daño a la propia vida o a la de otros con palabras, obras o deseos (odio); es decir, querer bien a todos y perdonar a nuestros enemigos.

El desear la muerte a sí mismo o a otro, es pecado grave, si se hace por odio[1] o desesperación rebelde[2] .

«El odio es incapaz de liberar a nadie. El odio sólo sirve para fomentar el odio, y en la historia humana nadie ha conseguido ser libre gracias al odio. El odio nunca está justificado para un cristiano»[3] .

«Para ser feliz hay que tener el corazón en paz. El que odia no vive feliz. El odio hace daño al que odia. Ese rencor le destruye por dentro»[4].

 

Las riñas, los insultos, las injurias, etc., pueden, a veces, llegar a ser pecado grave si se desea en serio un mal grave a otro, si se falta gravemente a la caridad, y si son la exteriorización del odio.

Pero de ordinario no lo son, ya sea por inadvertencia, ya porque no se les dé importancia, etc.

Cuando dos riñen, de ordinario cada uno tiene la mitad de la razón y la mitad de la culpa; pero cada cual mira la parte que él tiene de razón y la que el otro tiene de culpa. Por eso no se ponen de acuerdo.

Las riñas empiezan generalmente por pequeñeces, pero con el calor de la discusión se van desorbitando hasta terminar en enemistades  profundas..., y, a veces, en crímenes.

Lo mejor en las riñas es cortarlas desde el principio sin permitir que adquieran grandes proporciones.

Y si uno se encuentra de mal humor, seguir el consejo de aquel inglés que contaba hasta diez antes de contestar.

Con calma y con sensatez se evitarían muchas riñas nacidas generalmente por pequeñeces.

Si estás airado, calla. Aunque tengas tú la razón.

Dirás más de lo que quisieras, y luego te pesará.

Nunca te arrepentirás de haber callado.

En cambio, ¡cuántas veces quisieras poder sujetar las palabras que lanzaste a volar! Y esto ya no es posible.

 

Un diálogo sincero es difícil.

Hay que aprender a dialogar.

Hay que saber descubrir la parte de verdad que hay en el punto de vista del otro. Ponerse en equilibrio no es buscar el término medio, sino buscar la verdad completa que puede surgir de lo que aporta cada parte.

 

67,2. La venganza personal no está permitida en ningún sentido. Cristo la prohibió[5] . Porque si fuese permitida, no se podría vivir en el mundo. Todos nos creeríamos con derecho a vengarnos de alguien.

No: hay que perdonar a los enemigos, y dejar que Dios los castigue en la otra vida, y la Autoridad Pública en este mundo. Como dice San Pablo, hay que saber «vencer al mal con el bien»[6] .

 

«Tal vez, la afirmación más radical que hizo Jesús fue: Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso»[7] .

»Jesús describe la misericordia de Dios no sólo para mostrarme lo que Dios siente por mí, o para perdonarme los pecados y ofrecerme una vida nueva y mucha felicidad, sino para invitarme a ser como Dios, y para que sea tan misericordioso con los demás como lo es Él conmigo»[8] .

 

«Con frecuencia aquellos que no perdonan a sus semejantes cometen los mismos pecados que critican»[9] .

Es necesario saber perdonar a las personas que nos hayan ofendido.

«La experiencia enseña que quien descuida la oportunidad de hacer bien a su prójimo porque ha sido anteriormente ofendido por él, suele ser también culpable»[10] .

Es, desde luego, indispensable estar dispuestos a conceder el perdón si nos lo piden, quedándonos satisfechos con una moderada reparación.

Quien niega el perdón a su hermano, es inútil que espere el perdón de Dios. En el Padrenuestro  tiene su sentencia: como él no perdona, tampoco Dios le perdonará. Lo dijo Jesucristo[11] .

 

Y no seamos fáciles en echar al otro toda la culpa.

Ordinariamente la culpa hay que repartirla entre los dos.

Uno fue el que empezó, pero el otro contestó con ofensa más grave.

Si los dos están esperando a que sea el otro el que se adelante a pedir perdón, la cosa no se arreglará nunca.

El que sea más generoso con Dios, es el que debe tomar la iniciativa.

 

Cristo habla de poner la otra mejilla[12] .

Es una fórmula oriental hiperbólica, para dar a entender que debemos estar dispuestos al perdón; pero no es para que lo entendamos al pie de la letra.

El mismo Cristo al ser abofeteado[13]  no puso la otra mejilla, sino que respondió con toda energía, verdad y dominio propio: «Si he respondido mal, muestra en qué; mas si bien, ¿por qué me hieres?»[14] .

Si la culpa ha sido nuestra, tenemos obligación de pedir perdón de alguna manera.

Pero incluso aunque sea claro que toda la culpa es del otro, da una muestra de virtud el que se adelanta a otorgar el perdón, por ejemplo, dirigiéndole amablemente la palabra, ofreciendo un servicio, reanudando el saludo, etc. Durante un tiempo puede manifestarse el disgusto, por ejemplo, con una actitud más seria y distanciada; pero esto no debe durar indefinidamente.

 

Salvo en algunos casos excepcionales de ofensas gravísimas, es muy de aconsejar que al cabo de cierto tiempo se reanuden los saludos ordinarios entre gente educada.

Negar el saludo no es cristiano. Si el otro no contesta allá él; pero que la cosa no quede por tu parte.

 

Cuando han fracasado ya varios intentos de reconciliación, o el otro se niega obstinadamente a devolver el saludo, o si parece cierto que nuestro esfuerzo por la reconciliación puede ahondar la mala voluntad del otro, será mejor esperar otra ocasión.

Pero no abandonar el deseo de reconciliación, ni escudarse en esta dificultad para no reconciliarse, por no desearlo.

Nuestra voluntad de reconciliación debe ser sincera.

Si el otro no quiere saludarnos o hablarnos, nosotros debemos estar dispuestos a hablarle cuando él lo desee, y saludar cuando él nos salude.

Adelantarse a reanudar el saludo es una prueba de virtud superior.

A veces puede facilitar la reconciliación la ayuda de una tercera persona.

 

Eso de «piensa mal y acertarás», aunque a veces dé resultado es poco cristiano

Es mucho mejor eso de «piensa bien mientras no tengas motivos para pensar mal».

«Si una persona fomenta sospechas poco caritativas, no tardará en manifestar también con palabras los pensamientos poco amables»[15] .

 

Distingue, con todo, entre el rencor admitido, y un cierto distanciamiento para evitar el chocar de nuevo.

Y también entre el sentimiento de la ofensa y el resentimiento admitido voluntariamente. Aunque la ofensa recibida nos duela, no podemos desear mal a nadie.

Esta voluntad de perdonar puede unirse a un sentimiento inevitable de la ofensa recibida.

 

Muchos se refieren a este sentimiento cuando dicen que no pueden perdonar. Es posible que la serenidad de espíritu, después de la ofensa, requiera un tiempo mínimo para sobreponerse al dolor.

 

Una prueba de esta sincera buena voluntad sería orar por el ofensor, nunca hablar mal de él, y pedir a Dios la gracia de saber perdonar[16] .

Cuando tengas antipatía por una persona, pide por ella.

Y cuando tengas ganas de desearle algo malo, reza por ella un Padrenuestro. Dice Jesucristo «rogad por los que os  persiguen»[17] .

 

«El Señor nos pide que perdonemos, pero jamás nos ha pedido que deseemos hacerlo. (...) Si esperas que aparezca en ti el instinto natural de perdonar, esperarás mucho tiempo»[18].

 

A veces se oye decir: «yo perdono, pero no olvido».

El olvidar puede ser difícil. No depende de nuestra voluntad. Uno puede perdonar de corazón y no poder evitar el recuerdo. Esto no se opone al amor que Jesucristo manda a nuestros enemigos.

Lo que Cristo manda no es un amor sensible, pues esto no se puede mandar, no depende de nuestra voluntad. Se trata de un amor de benevolencia, un amor desinteresado, un amor que devuelve bien por mal, que hace el bien al que nos hace daño, independientemente de nuestros sentimientos. Un amor efectivo, no afectivo. Un amor dispuesto a hacer un servicio al que nos ofendió.

Si el que consideramos nuestro enemigo estuviera en una necesidad grave, y no pudiera salir de ella, sin nuestro especial auxilio, tenemos obligación de ayudarle, porque en estos casos hay obligación de atender al prójimo, aunque sea enemigo[19] .

No es odio a una persona odiar lo que hay de malo en ella, o el mal que nos causa injustamente a nosotros o a otros[20] .

El amor a nuestros enemigos que pide el Evangelio, no obliga a la amistad con ellos, sino que prohibe el odio y la venganza, o el desearles algún mal[21] ; y manda tener un deseo de reconciliación. «El ofendido está obligado siempre a perdonar al ofensor que le pide perdón, en forma directa o indirecta. Si se niega a hacerlo, comete un grave pecado contra la caridad, y regularmente no podrá ser absuelto mientras continúe en su obstinación»[22] .

Por supuesto que es lícito exigir una reparación del daño recibido, pero no por odio ni por venganza, sino por deseo de justicia[23] .

La buena voluntad de perdonar de corazón a los que nos han ofendido no excluye utilizar todos los medios justos para que se haga justicia.

Es verdad que hay personas que son indignas de nuestro perdón; pero nosotros no perdonamos porque ellas lo merezcan, sino porque lo merece Jesucristo, que es quien nos lo pide. Para eso nos dio Él su ejemplo. Fue mucho más ofendido que nosotros, y sin embargo perdonó. No sólo en su corazón, sino que lo manifestó exteriormente. El perdón de Cristo en la cruz es el modelo que debemos imitar. Las almas generosas tienen en esto un inmenso campo de perfección y santificación[24] .

«El mundo de los hombres no puede hacerse cada vez más humano si no  introducimos el perdón -que es esencial en el Evangelio- en las relaciones de unos con otros»[25] .

 

Lo maravilloso del perdón no es que liberemos al otro de una culpa, sino que nos liberamos a nosotros de un resentimiento.

 

67,3. Al prójimo se le puede matar en tres casos: en la guerra justa, en defensa propia y en la justa aplicación de la pena de muerte.

   El mandato divino "No matarás" significa que nadie puede matar sin motivo y sin razón. Pero hay circunstancias en las que hay una justificación.

 

1) En la guerra justa.

La guerra no puede ser nunca un medio normal para la solución de conflictos. «Todo ciudadano y todo gobernante están obligados a empeñarse en evitar las guerras»[26] .

Según los moralistas, para que la guerra sea justa se deben cumplir varias condiciones:

a) Imposibilidad de solución pacífica.

b) Causa justa, como sería legítima defensa, mientras no haya una autoridad supranacional competente y eficaz.

c) Que la decisión sea tomada por la autoridad legítima a quien corresponde velar por el bien común de la nación.

d) Intención recta buscando la justicia y no la venganza.

e) Que sean superiores los bienes que se van a conseguir a los males que se pueden producir[27] .

 

«La apreciación de estas condiciones de legitimidad moral pertenece al juicio prudente de quienes están al cargo del bien común»[28] .

«Los poderes públicos tienen, en este caso, el derecho y el deber de imponer a los ciudadanos las obligaciones necesarias para la defensa nacional»[29] , «pero atenderán equitativamente el caso de quienes, por motivos de conciencia, rehúsan el empleo de las armas; éstos siguen obligados a servir de otra forma a la comunidad humana»[30] .

«Una cosa es utilizar la fuerza militar para defenderse con justicia, y otra muy distinta querer someter a otras naciones»[31] .

 

Buscar la guerra es absurdo. Pero rehuirla por principio puede ser cobardía ante la injusticia.

El creyente obra con rectitud mientras luche por implantar la justicia en el mundo.

La paz es el ideal del hombre: pero esta paz debe ser obra de la justicia. Un pacifismo conformista con la injusticia no es cristiano. El buen cristiano no puede desinteresarse del bien común de la sociedad.

 

El peligro de una tercera guerra mundial que podría destruir la humanidad por el armamento de que hoy dispone el hombre, hace deseable un desarme internacional. Pero para que esto sea eficaz tiene que ser de ambos bloques, y con posibilidades de mutua vigilancia.

 

Aunque la guerra sea justa, «no todo es lícito entre los contendientes»[32] . Debe respetarse la ley moral y el derecho de gentes. «Las acciones deliberadamente contrarias al derecho de gentes son crímenes»[33] .

«Existe la obligación moral de  desobedecer aquellas decisiones que ordenan genocidios»[34] .

 

2) En defensa propia[35] se puede matar cuando alguien quiere matarnos injustamente, o hacernos un daño muy grave en nuestros bienes, equivalente a la vida; si no hay otro modo eficaz de defenderse.

No es necesario esperar a que él nos ataque. Basta que nos conste que él tiene un propósito decidido de matarnos, y sólo está esperando el momento oportuno para hacerlo; y no hay otro modo de salvar la vida que adelantarse y atacar primero[36] .

Esto en el terreno moral, independientemente de la ley civil.

Lo que se permite en defensa propia se autoriza igualmente en pro del prójimo injustamente atacado. La caridad fraterna puede obligar a esto, pero no a exponer la propia vida, a no ser que se trate de parientes cercanos o esté uno obligado por contrato (guardias, policías)[37] .

«Éstas son las condiciones para que pueda hablarse de legítima defensa:

- Debe tratarse de un mal muy grave, cual es, por ejemplo, el peligro de la propia vida, la mutilación o heridas graves, la violación sexual, el riesgo de la libertad personal, la pérdida de bienes de fortuna desmedidos, etc.

- Que sea un caso de verdadera agresión física.

- Que se trate de un daño injusto. Por ejemplo no sería lícito defenderse de un policía, hasta producirle la muerte, pues el agente, normalmente, actúa en cumplimiento de su deber.

- Para defenderse no hace falta que el agresor lo haga de modo voluntario y consciente. Por eso es lícito contra un borracho o un loco.

- Que no haya otro modo eficaz de defenderse[38] .

 

El obispo de Mérida-Badajoz D. Antonio Montero escribió en el ABC (6-II-2003) un artículo donde decía que también sería lícita la guerra para corregir infracciones graves y duraderas del derecho natural.

 

3) La Autoridad Pública puede imponer la pena de muerte al criminal para defender a los demás. Dice la Biblia: «Aquel que derrame sangre de hombre, debe morir»[39] . «El que mata a otro voluntariamente sea castigado con la muerte»[40] .

 

«Es de notar que el verbo del original hebreo es “rasach” , que significa la muerte del inocente. Por eso habría que traducirlo: “No causarás la muerte de un hombre inocente”.

»Para otra clase de muertes la Biblia emplea los términos “harag” y “hemit”  [41] .

 

Salvador de Madariaga, conocido intelectual que murió a los 92 años en Lugano, Suiza, escritor internacional y ministro de la República en 1934, dice: «La pena de muerte no será necesaria el día que la supriman primero los asesinos»[42] .

 

«En un año murieron en España más de cien víctimas del terrorismo. Si se hubiera ejecutado al criminal al primer asesinato, no hubieran muerto todos los demás asesinados. Algún terrorista asesinó más de diez veces. No es deseable la muerte de nadie, pero si para que no mueran los inocentes es necesario ejecutar a los asesinos, puede ser esto una exigencia del bien común»[43] .

En las Navidades de 1986 hubo 62 muertos en un avión Boeing 737, secuestrado por un grupo de terroristas[44] .

El 19 de julio de 1987, una bomba terrorista produjo 20 muertos en un hipermercado de Barcelona[45] .

 

No se comprende por qué los criminales pueden aplicar la pena de muerte a un inocente, y los jueces no puedan aplicar la misma pena a los asesinos culpables.

Se supone, naturalmente, una culpabilidad claramente demostrada[46] .

 

Lo mismo que es lícito matar a un injusto agresor en defensa propia[47] , la Autoridad puede aplicar la pena de muerte para defender la vida de los inocentes.

«La Autoridad tiene el deber de defender la vida de los ciudadanos inocentes»

«Los que tienen autoridad legítima, tienen también el derecho de usar las armas para rechazar a los agresores de la sociedad civil confiada a su responsabilidad».[48] 

 

La legítima defensa propia es aceptada por todo el mundo. Con la pena de muerte la Autoridad defiende a los inocentes, siempre expuestos a caer en manos de los criminales.

Se trata de casos extremos en los que le pena de muerte sea el único modo eficaz de defender la vida de personas inocentes de un injusto agresor[49] .

 

El psico-pedagogo Dr. Bernabé Tierno dice: «Existe la figura del sanguinario sin retorno, del maligno retorcido y mala sangre incorregible que necesita hacer daño, desea el mal ajeno y disfruta con el sufrimiento que causa. (...) Difícilmente puede tener recuperación un ser demoníaco que disfruta segando vidas ajenas. (...) La sociedad tiene un grave problema en decidir lo que debe hacer con individuos así, cuyo objetivo es matar. (...) Está claro que la sociedad debe impedir, a toda costa, que estos individuos vuelvan a saciar su sed de matar»[50].

 

«Por eso el 73% de los británicos son partidarios de la pena de muerte para los terroristas, según un sondeo de opinión de Harris»[51] .

 

Según una encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas, la mitad de los españoles está a favor de la pena de muerte para los terroristas y asesinos[52] .

En Estados Unidos se ha restablecido la pena de muerte en muchos Estados[53] .

 

No es lo mismo el  que  mata  en  un  arrebato  pasional  que  el  profesional  del crimen. Un asesino es un peligro para las personas inocentes.

 

La cadena perpetua puede no bastar, pues los asesinos se pueden fugar. A veces de modo espectacular. 

En 1986 se fugó de la cárcel de La Santé, de París, Michel Baugour, en un helicóptero alquilado y pilotado por su novia Nadine[54] .

Tres presos se fugaron de una cárcel de Marsella en un helicóptero que aterrizó en un patio de la cárcel a las cuatro y media de la tarde. Se da la circunstancia de que en ese mismo sitio se produjo una evasión similar en julio de 1992[55].

En Alemania un preso se fugó en un tanque que robaron sus amigos y entró en la cárcel derribando la puerta[56] .

En Copenhague (Dinamarca) doce presos se escaparon de la cárcel al ser derribada parte del muro de la prisión por una excavadora manejada por un cómplice de los presos[57] .

A primeros de mayo de 1982, se fugó de la cárcel central de Lovaina, considerada como de alta seguridad, Freddy Horion, a quien se le había conmutado por cadena perpetua la pena de muerte a la que había sido condenado por haber asesinado a cinco personas miembros de una familia[58] 

Dos terroristas, se fugaron de la cárcel de San Sebastián, escondidos en los altavoces de un cantante que había actuado en la cárcel[59] .

De la cárcel de «máxima seguridad» Can Brians, considerada la más moderna de Cataluña, en menos de dos meses se fugaron nueve reclusos[60].

 

O que un preso que no vuelva a la cárcel después de un permiso de fin de semana, como uno que no volvió al Penal de Ocaña, donde cumplía 36 años de condena, y que al ser reconocido disparó sobre dos policías que iban a detenerle, matando a los dos[61] .

Una niña de nueve años vallisoletana, fue violada y asesinada por un recluso que salió de la cárcel con permiso[62] .

Un recluso que cumplía condena por robo con homicidio, en un permiso carcelario asesinó a dos jóvenes[63] . Otro preso en régimen abierto asesinó a una mujer en Madrid[64] .

En un sólo día se fugaron de las cárceles españolas cinco reclusos que disfrutaban permisos de fin de semana[65] .

Según los datos del gobierno, desde el 1º de enero de 1982 hasta el 1º de octubre de 1988, cinco mil setenta y cuatro presos no regresaron después de sus permisos[66].

Cuatro de cada cien presos aprovechan los permisos para no regresar a las prisiones[67].

«Dos presos peligrosos se fugan en Barcelona cuando iban a jugar al fútbol en una salida. Uno de ellos cumplía condena de treinta años. En dos meses se fugaron más de una docena de presos, en Cataluña, durante los permisos. Entre 1990 y el 2000 no volvieron a la cárcel, tras salir de permiso, 1.361 reclusos»[68].

 

Otras veces los terroristas secuestran a un inocente exigiendo la liberación de sus compañeros encarcelados bajo la amenaza de asesinar al secuestrado: dos hechos próximos y contrarios son iluminadores.

En Italia, donde no hay pena de muerte, los secuestradores, seguros de que sus compañeros en prisión no perderían la vida, asesinaron a su rehén Aldo Moro. En cambio en Francia, donde hay  pena de muerte, el industrial Jean Eddouard Empain, fue liberado por sus secuestradores, a los dos meses de cautiverio, al ser amenazado con la guillotina el jefe de la banda de secuestradores Alain Caillol, que estaba en prisión[69] .

En diciembre de 1984, los secuestradores de un avión de la líneas aéreas kuwaitíes, mataron a cinco pasajeros para obligar al gobierno de Kuwait a soltar trece presos condenados por diversos actos de terrorismo[70] .

Unos terroristas paquistaníes secuestraron un avión de la líneas aéreas de la India con la amenaza de matar a los ciento cincuenta y cinco pasajeros si no liberaban al jefe de la banda que estaba en una cárcel de la India. Después de una semana de negociaciones, en la que los pasajeros no salieron del avión, los terroristas lograron su objetivo[71].

 

«La pena de muerte sigue en vigor en la mayor parte del mundo»[72] .

De los ciento sesenta estados independientes que hay en el mundo, sólo una veintena han abolido la pena de muerte de su ordenamiento jurídico[73] .

 

Hay que advertir que la «pena de muerte no supone el derecho a matar a un inocente, sino el derecho a ejecutar a un culpable»[74] . «Debe constar con toda certeza su culpabilidad criminal, por lo irreparable de una equivocación»[75] .

Hay que poner todos los medios para que la condena sea justa.

Aunque siempre queda un peligro de error.

Pero si no actuamos cada vez que haya peligro de error, nunca podríamos hacer nada.

Hay que valorar los «pros» y «contras», y actuar en consecuencia.

 

La conveniencia o no de la abolición de la pena de muerte es un «problema complejo y polémico, y no pueden esperarse respuestas nítidas ni definitivas»[76] .

Hoy existe una corriente ideológica contraria a la pena de muerte. Por eso la Comisión Social de los Obispos franceses ha publicado un comunicado en enero del 78 en pro de la abolición de la pena de muerte en Francia.

Sin embargo reconocen que no son ilícitas las «disposiciones de un código penal que impone la pena capital con el fin de proteger a la sociedad». 

 

«En la doctrina de la Iglesia Católica, normalmente se admitió la legitimidad de la pena de muerte según la doctrina de Santo Tomás que afirmaba que la pena de muerte “es legítima y necesaria para la conservación del orden”. Lo mismo opinaban autores como Molina, Vitoria, Báñez y Soto. Afirman que la sociedad tiene derecho a quitar la vida a sus miembros cuando son incompatibles con el bien social»[77].

 

Juan Pablo II, en la Encíclica Evangelium vitae  dice que no se debe llegar a esta medida extrema sino en casos de absoluta necesidad , es decir, cuando la defensa de la sociedad no sea posible de otro modo.

El Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica señala que esos casos «son hoy muy raros, incluso prácticamente inexistentes»[78].

«En definitiva, no deben confundirse dos planteamientos esencialmente diversos: el de la licitud moral de la pena de muerte y la cuestión práctica de su aplicación. Tanto la razón natural cuanto la doctrina revelada y magisterial admiten la licitud fundamental de dicha pena. Otra cosa es, en cambio, la opinión prudencial que puede dictaminar en alguna circunstancia histórica que debería renunciarse a su aplicación en un Estado y en un tiempo determinados. Lo que decida en cada tiempo y lugar la aplicación o la supresión de la pena de muerte ha de ser exclusivamente las exigencias del bien común»[79] .

«La Iglesia no ha condenado la ejecución de un criminal, de acuerdo con la ley, y por la autoridad convenientemente constituida»[80] .

 

Podríamos resumir la doctrina católica sobre la pena de muerte de esta manera:

     1.- Todo el mundo tiene derecho a la defensa propia de un injusto agresor.

     2.- La AUTORIDAD PÚBLICA tiene obligación de defender la vida de los ciudadanos inocentes.

     3.- Si la única manera eficaz de conseguirlo es la pena de muerte, es lícito aplicarla.

   4.- Con tal de que la culpabilidad del asesino sea clara, para evitar equivocaciones.

   5.- La cadena perpetua no es siempre eficaz, pues hay asesinos de profesión; y muchos se escapan de la cárcel.

   6.- La aplicación de la PENA DE MUERTE debe reducirse a casos extremos.

    7.- La oportunidad o no de su aplicación es opinable entre los católicos.

    8.- Antes de su aplicación debe darse al reo oportunidad de arrepentirse y pedir perdón a Dios de su culpabilidad.

9.- Si no es un caso de agresión actual, la aplicación debe ser derecho exclusivo de la AUTORIDAD PÚBLICA.

 

67,4. El respeto a la vida propia y ajena nos obliga a considerar la importancia del cumplimiento del Código de la Circulación.

 

Dice el Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica: «Quienes en estado de embriaguez o por afición inmoderada de velocidad ponen en peligro la seguridad de los demás y la suya propia en las carreteras, en el mar o en el aire, se hacen gravemente culpables»[81] .

Infracciones, al parecer pequeñas, pueden originar accidentes graves.

Se puede pecar por ponerse en peligro de hacer daño al prójimo, y también por exponer la propia vida sin causa justificada.

Incluso se puede pecar contra la caridad al poner al prójimo en una situación difícil que le haga perder la serenidad, aunque uno tenga seguridad en sí mismo.

 

 El pecado se comete desde el momento en que alguien se sienta al volante sin ánimo de esmerarse en el cumplimiento del Código.

Quien habitualmente comete imprudencias e incorrecciones muestra que no tiene este ánimo, o que carece de cualidades de conducir.

En este caso, debería abstenerse de coger el volante.

 

Es irresponsable el que corre a excesiva velocidad, el que lleva el automóvil en mal estado, y el que conduce en condiciones físicas o morales inadecuadas.

«Nadie debe intentar conducir si está agitado emocionalmente»[82] .

 

Dice Mons. González Moralejo, Obispo de Huelva: «Quien después de haber sido causa, culpable o no, de un accidente, quiere evitar toda responsabilidad y se da a la fuga, contrae una seria culpa moral, y está obligado ante su conciencia y ante Dios a reparar en justicia toda clase de daños causados por uno y otro motivo.

»Sería un verdadero crimen dejar morir en condiciones extremadamente lastimosas y desesperadas a personas que con un socorro inmediato hubieran podido ser salvadas»[83] .

 

Según las normas de los socorristas, hay heridos que sólo deben ser trasladados en ambulancias.

Por eso no siempre es recomendable recoger a un herido.

Pero siempre se debe avisar a una ambulancia.

 

67,5. Es un pecado grave contra este mandamiento el aborto. Se llama aborto la interrupción del embarazo cuando el feto todavía no puede sobrevivir fuera del seno materno.

 

Puede ser interesante mi vídeo El aborto: asesinato de inocentes[84] .

 

     El Artículo 15 de la Constitución Española nos dice: «Todos tienen derecho a

la vida». Cuando decimos «derecho a la vida», estamos diciendo que es un derecho a su protección.

 

Provocar el aborto directamente es un homicidio, porque el feto es un nuevo individuo plenamente capaz para lograr su desarrollo completo.

   De la unión del óvulo con el espermatozoide nace un nuevo ser humano, una célula diferente con doble herencia: 23 cromosomas del padre y 23 de la madre.

 

Por eso, ese nuevo ser es persona humana racional, aunque no ejercite su racionalidad, bien porque todavía no se ha desarrollado (fetos), o porque ha perdido el uso de razón (ancianos). Pero persona humana desde la concepción hasta la muerte. Y la dignidad de ser persona concede a toda naturaleza humana los mismos derechos[85].

 

Como la vida de una persona comienza con la concepción, el aborto provocado es un crimen.

El Concilio Vaticano II lo llama: «crimen abominable»[86] .

Es un asesinato de lo más cruel y cobarde, pues el asesinado es un ser inocente e indefenso que no puede huir, ni siquiera gritar para protestar de la injusticia que se comete con él.

Las generaciones del futuro no comprenderán que en nuestro tiempo se permita a las madres que maten a sus hijos. Nos llamarán «generación asesina».

Los abortistas se molestan si se les llama asesinos; pero, ¿qué otro nombre podemos dar a los que han condenado a muerte a cuarenta millones de seres inocentes?

Y añaden: «La Iglesia es cruel, porque a los que cargan con el trauma de haber abortado, les añade el trauma de la excomunión». Este razonamiento es absurdo. Sería como querer quitar la policía para no preocupar a los terroristas.

Defender a los abortistas es como defender a los terroristas que matan, y despreocuparse de las víctimas. Permitir el aborto para evitar el peligro de las mujeres que abortan clandestinamente es lo mismo que permitir los asesinatos para no poner en peligro la vida de los asesinos.

 

El Dr. Jerónimo Lejeune, uno de los más brillantes investigadores franceses, Catedrático de Genética en la Universidad de la Sorbona de París, y Director del Centro Nacional de Investigación Científica, que cuenta en su haber profesional con los más importantes premios científicos[87] , y es miembro de las Academias de Ciencia de Suecia, Inglaterra y Estados Unidos, dice: «Esta primera célula, resultado de la concepción, es ya un ser humano»[88] . Tiene los 46 cromosomas propios de la especie humana[89]. En otra ocasión dijo: «Aceptar que después de la concepción un nuevo ser humano ha empezado a existir, no es ya cuestión de gusto o de opinión, sino una evidencia experimental»[90] .

Sigue diciendo el Dr. Lejeune: «Si el embrión no es desde el primer momento un miembro de nuestra especie, no llegaría a serlo nunca. Decir que no es un hombre, es lo mismo que decían los nazis: “un prisionero no es un hombre”»[91] .

Lo mismo se decía en una de las conclusiones de la Conferencia Internacional sobre el Aborto, celebrada en Washington donde participaron expertos en varios campos de la Medicina[92] .

 

Pero además el aborto es ilícito incluso en el caso de duda.

Si me dan un paquete para que lo tire al mar diciéndome que es un gato muerto, pero yo sospecho que es un niño vivo, no puedo tirarlo al mar, antes de salir de la duda.

Y si lo hago sin estar seguro de que no es un niño vivo, y resulta que lo es, soy responsable de un homicidio.

Pues bien, en Teología se dice que hay un nuevo ser humano desde el primer momento de la concepción. Y los médicos confirman esta afirmación. «El zigoto es vida humana desde el principio, aunque no es vida humana individual hasta el momento en que el blastocito se diferencia y se consolida en uno o más embriones», ha dicho Federico Mayor Zaragoza, Director del Centro de Biología Molecular[93].

«Desde el comienzo del proceso embrionario nos encontramos con una individualidad genética distinta y diferenciada de la de los padres»[94] .

 

El código genético contiene las características humanas e individuales del nuevo ser. Todo lo que cada individuo humano posee de único, singular e irrepetible a lo largo de toda su historia, está ya presente en su código genético. «La persona humana está en el embrión con todas sus potencialidades, que se irán desarrollando a lo largo de su existencia»[95] .

Por eso la Asociación de Ginecólogos de Suecia ha pedido que al feto se llame niño, «para llamar a las cosas por su nombre, pues abortar un feto es matar un niño»[96] .

 

El Profesor Juan Ramón Lacadena, Catedrático de Genética de la Universidad Complutense de Madrid, en el Primer Congreso Internacional de Bioética de España, dijo que «la nueva vida comienza en el momento en que el espermatozoide entra en el óvulo»[97].

 

El Dr. José Hernández Yago, Presidente de la Sociedad Valenciana de Bioética, ha dicho que el descubrimiento del genoma humano demuestra «inequívocamente que en el momento de la fecundación del óvulo por el espermatozoide surge un ser humano con todo el genoma completo»[98].

 

El biólogo Jean Rostand afirma: «La individualidad humana comienza en el momento de la concepción»[99] .

 

EL Dr. Ramiro Rivera, Presidente del Consejo General de los Colegios Médicos de España, dice: «Para un médico es indiscutible que desde el momento de la fecundación tenemos un nuevo ser humano»[100].

 

El Dr. D. José Botella, Presidente de la Real Academia de Medicina y Catedrático de Ginecología en la Universidad Complutense de Madrid, en un artículo titulado El derecho a nacer, publicado en el diario YA, dice que la individualidad humana depende del código genético, y este código genético queda constituido en el momento de la concepción, siendo propio del nuevo ser, distinto de los códigos paterno y materno.

Es decir, que el nuevo ser es un individuo desde el momento de la concepción, y por lo tanto está amparado por los derechos humanos.

Eliminarlo es eliminar a un hombre: un homicidio.

Un hombre, que además del derecho que tiene a la vida, lleva en sí el derecho a vivir de toda una cadena de otros posibles seres humanos en el futuro, entre los que puede haber genios, artistas, sabios y santos.

 

Stephen W. Hawking, el «Einstein» de nuestros días, a quien todos pudimos ver en televisión, paralítico en una silla de ruedas, teniendo que hablar por medio de un sintetizador sonoro, no hubiera nacido, si en 1942, algún «listo» abortista hubiera descubierto en los cromosomas de su embrión que iba a ser inválido[101] .

 

El 15 de febrero de 1979 el periódico YA, publicó un documento del Colegio Oficial de Médicos, donde dice que: «Desde el punto de vista científico la vida comienza en el momento de la concepción»[102] .

 

El Profesor Kastler, Premio Nobel, dice: «La vida humana comienza en la concepción, en el momento de la fusión del espermatozoide y el óvulo»[103].

 

«El hombre entero se encuentra ya en el óvulo desde el momento en que éste es fecundado: todo el hombre con todas sus potencialidades» (Jean Rostand, biólogo francés de primera línea)[104].

 

  «Producir un aborto es matar a un ser humano» (Dr. Zamorano Sanabria. Catedrático de Embriología de la Universidad Complutense de Madrid)[105].

 

El Dr. José Antonio Abrisqueta, Jefe de la Unidad de Genética Humana del Centro de Investigaciones Biológicas del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de Madrid, afirma: «Ningún científico dudaría en afirmar que la vida humana empieza en el momento de la concepción»[106] .

«La biología contemporánea impone que el embrión humano es un individuo estrictamente determinado, con un potencial genético propio, desde el instante de la concepción»[107] .

 

En un artículo titulado "Biología del desarrollo: Tu destino, desde el día uno," la prestigiosa revista científica británica "Nature", ha señalado que el cuerpo de los mamíferos, incluyendo el cuerpo humano, comienza a seguir un plan claramente predeterminado apenas pasadas pocas horas del momento de la concepción. "Nature" señala que Richard Gardner, un embriólogo de la Universidad de Oxford, ha repetido experimentos realizados por primera vez en la década de los 80 en Flushing, Nueva York (Estados Unidos) por Jean Smith del Queen's College, que demuestran que el cuerpo humano comienza a ser modelado desde el momento mismo de la concepción-fertilización[108] .  

 

«Ningún biólogo duda hoy en día que en el momento mismo de la reunión de los gametos, se ha engendrado ya no sólo una vida nueva e independiente, sino además una individualidad inédita»[109] .

El profesor Herranz Catedrático de Histología y Embriología General de la Universidad de Navarra, ha dicho: «El embrión humano es un ser humano, tiene vida humana. Su DNA es el mismo que tendrá toda su vida»[110] .

A su vez, el Dr. Severo Ochoa, Premio Nobel de Medicina de 1959, afirma que el hombre es lo que su clave genética determina. Y esta clase genética se establece desde el momento que se constituye el huevo (cigoto). Desde este momento este nuevo ser tiene sus derechos personales. Jamás un anatómico o un fisiólogo considerará el feto como parte integrante de la madre, como puede serlo el apéndice o una verruga que se pueden extirpar a voluntad. La vida del feto no es la de la madre, sino la suya propia, y tiene derecho a que se respete como se debe espetar la vida de un adulto[111] .

En un congreso de científicos de las universidades de Roma, celebrado en la universidad La Sapienza, el 2 de febrero del 2002, se llegó a la conclusión de tratar al embrión como paciente, con los mismos derechos de cualquier paciente, pues es un individuo totalmente humano[112].

 

 Las mujeres abortistas dicen que ellas hacen de su cuerpo lo que quieren; pero el feto no es una verruga. Es un ser humano. Y ninguna madre es la propietaria de la vida de su hijo.

El 17 de marzo de 1983 dijo la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas:

«El concebido no es una parte del organismo materno, sino un ser humano perfectamente individualizado, con su propio patrimonio genético».

 

«La afirmación de que el embrión y el feto son una parte del cuerpo de la madre es biológicamente, y con toda claridad, falsa. El nuevo ser no es una parte del organismo materno, sino una realidad biológicamente distinta[113].

 

Julián Marías, de la Real Academia Española, en un artículo del ABC[114] , dice cosas muy acertadas:

«Eso de que el feto es parte del cuerpo de la madre es una insigne falsedad, porque no es parte, está “alojado” en ella, “implantado” en ella. Una mujer no dice “voy a tener un tumor”, sino “voy a tener un hijo”... A veces se usa una expresión de refinada hipocresía para denominar el aborto provocado: Se dice que es la “interrupción del embarazo”. Como si al ahorcar se le llamara interrupción de la respiración»...

Hoy está de moda encubrir asesinatos con palabras bonitas:

Al aborto se le llama: interrupción del embarazo.

A la eutanasia se la llama: muerte digna.

Y al asesinato de fetos: clonación terapéutica.

 

Esa nueva vida que se ha formado en el vientre de una madre, no le pertenece a ella, pertenece a la especie humana, pertenece a Dios[115] .

Dios ha dispuesto que los primeros días del ser humano se desarrollen dentro del seno de la madre para proteger su vida.

Esto para algunos seres, en lugar de ser una defensa resulta un riesgo, pues madres que no se atreverían a asesinar a su hijo de dos años, se atreven a hacerlo si sólo lleva pocos meses en su seno.

Estas madres traicionan la misión que Dios les ha confiado.

Esto no lo hacen ni las fieras. Todos los animales defienden a sus crías.

 

El que en algunas naciones el aborto no esté penalizado por la ley, no lo convierte en moral. Las normas morales absolutas son independientes de la voluntad de los hombres.

La ley de Dios prohíbe el aborto, y ninguna ley hecha por el hombre puede hacer lícita la muerte de un inocente.

La ley universal de Dios obliga también a los no creyentes. El no matar, el no robar, el no fornicar, el no calumniar, etc. es para todo el mundo, y no sólo para los creyentes.

Aunque en una nación se legislara lícita la calumnia, no por eso la calumnia dejaría de ser una injusticia.

«Nadie pude autorizar la muerte de un inocente, sea embrión, feto, enfermo o anciano, sin cometer, por ello un crimen de extrema gravedad»[116] .

 

Biológicamente no hay diferencia entre matar un embrión humano de veinticuatro horas o un niño de veinticuatro meses[117] .

El Papa Juan Pablo II, dijo en Madrid el 2 de noviembre de 1982: «Nunca se puede legitimar condenar a muerte a un inocente»[118] .

La Comisión Permanente del Episcopado Español, dijo el 5 de febrero de 1983: «La despenalización del aborto nos parece gravemente injusta y del todo inaceptable. Ningún católico podrá en conciencia colaborar en la realización del aborto... Lo que hoy se llama interrupción voluntaria del embarazo, no podrá escapar a la calificación moral de homicidio».

Querer despenalizar el aborto criminal porque son muchas las mujeres que lo practican, es una aberración.

 

En ese caso, habría que permitir los robos y los atracos cuando son frecuentes. La despenalización del aborto criminal para contentar las voces que lo reclaman, no convierte el aborto en bueno. Las cosas o se hacen buenas por ser frecuentes. En ese caso, el egoísmo, tan frecuente, sería bueno; y el heroísmo, tan excepcional, sería malo.

La despenalización del aborto lleva a que se realicen monstruosidades, como cubos de basura llenos de fetos humanos, o aquel ginecólogo que  alimentaba a su perro con lo fetos que obtenía de los abortos que practicaba a las mujeres que acudían a su clínica[119].

 

Eso de que despenalizando el aborto se evitarían los abortos clandestinos es una utopía. En los países abortistas no han descendido los abortos clandestinos[120] .

El órgano de la Asociación de Médicos de Munich, la Münchener Artzliche Anzeigen, ha demostrado en un informe, que en 1978 sólo se registraron 73.548 abortos de los 180.000 allí realizados.

A los dos años de despenalizarse el aborto en Francia, según el informe del Ministerio de Sanidad francés, sólo se registraron 45.000 abortos de los cientos de miles realizados, según fuentes del mismo ministerio[121] .

El 23 de abril de 1978, el episcopado francés publica un documento contra el aborto, declarando que en cinco años de ley permisiva, el número de abortos ha aumentado, y que la ley abortista no ha servido para resolver las situaciones difíciles que trataba de arreglar[122] .

En Francia, donde los anticonceptivos están al alcance de cualquiera, el 57% de las solteras llegan al matrimonio con dos o tres abortos[123] .

En Estados Unidos donde también es muy fácil el uso de anticonceptivos, el número de abortos sigue creciendo: alrededor de un millón en 1973; en 1981 ha llegado a 1.500.000 abortos anuales[124] .

Desde que hay ley abortista en Estados Unidos se han realizado 15 millones de abortos autorizados[125] . En Inglaterra hubo 543 abortos de menores de 16 años en la primera mitad de 1970[126] .

 

Por otra parte, la despenalización del aborto para evitar los peligros de los abortos clandestinos realizados por inexpertos, trae peores consecuencias; se crea una conciencia colectiva de que no puede ser malo moralmente lo que está autorizado, y se aumenta enormemente el número de abortos.

En Rumanía, después de despenalizarse el aborto en 1965, abortaron el 25% de las mujeres fértiles, hasta el punto de realizarse cuatro abortos por  cada nacimiento. Esto hizo que el gobierno socialista de Rumanía revisase la legislación abortiva[127] .

 

Estos asesinatos de seres humanos inocentes se ha generalizado en nuestra sociedad de un modo aterrador.

Según el informe del fiscal del Tribunal Supremo sobre la delincuencia, en España se dan al año trescientos mil abortos provocados[128] .

Desde 1987 se han producido en España medio millón de abortos[129].

 

El aborto mata al año más personas que el cáncer, el SIDA o los accidentes.

En 1999 la primera causa de muerte en España ha sido el aborto quirúrgico. Fueron 58.399. La segunda fueron las enfermedades cardiovasculares: 50.000.

Y de los 58.400 abortos, la mayoría fueron de jóvenes a quienes se recomendó, en las campañas de información sexual, el uso del preservativo[130].

 

En Estados Unidos se realizan al año más de un millón de abortos provocados[131]. Según la Organización Mundial de la Salud, en el mundo se realizan al año cincuenta millones de abortos: ¡cincuenta millones de asesinatos autorizados![132] .

Decía la Madre Teresa de Calcuta: «El aborto es la mayor desgracia de nuestro tiempo, porque si se permite que una madre mate a su hijo, ¿cómo se va a impedir que un hombre mate a otro?

 

Es una hipocresía defender como política de partido las libertades democráticas de la persona humana, y luego defender el aborto, privando del derecho a la vida a una persona inocente, aprovechándose que no puede defenderse, ni siquiera protestar.

Los defensores del aborto criminal piensan mucho en los inconvenientes que tiene para la madre un hijo no deseado, pero no piensan en los derechos que ese hijo tienen a seguir viviendo.

 

Si hay leyes civiles que conceden al niño no nacido el derecho a una herencia, ¿cómo otras leyes civiles le niegan el derecho a la vida?

 

En 1996 se bautizó en la Iglesia Católica el Dr. Bernard Nathanson, conocido en otro tiempo como el «rey de aborto».

Fue Director de la mayor clínica abortista de Estados Unidos: la CRANCH. Tenía a sus órdenes treinta y cinco médicos que, en diez quirófanos, practicaban ciento veinte abortos diarios. Según él mismo manifestó en una conferencia en el Colegio de Médicos de Madrid: «bajo mis órdenes se practicaron sesenta mil abortos, y yo hice personalmente unos cinco mil»[133] .

En los años 80 se convenció de que el feto era un ser humano, pues hay evidencia científica de que la vida humana empieza en la concepción, y se volvió antiabortista. Es autor del libro Abortando en América  y de la película El Grito Silencioso .

La gente del Movimiento Pro-Vida le hicieron cuestionarse el ateísmo que había mamado desde pequeño. Dice: «Comencé a considerar en serio la idea de Dios. Descubrí el Dios del Nuevo Testamento en quien yo podía encontrar el perdón que durante tanto tiempo busqué desesperadamente. Convencido de que Dios me perdonaría los crímenes que había cometido. Eso me resultó sumamente consolador para mi espíritu afligido»[134] .

 

También se ha convertido al catolicismo la mujer símbolo del derecho al aborto. Norma McCorvey, más conocida con el seudónimo de Jane Roe, fue la protagonista de una larga batalla que acabó con la legalización del aborto por parte de la Corte Suprema de Estados Unidos. El anuncio ha sido hecho público por la misma Norma, durante un servicio ecuménico en la Iglesia de la Trinidad en Waco, Texas. «Durante 25 años he sido utilizada por los abortistas. Me equivocado en todo», confiesa ahora[135] .

 

La agencia de noticias ACI, en un comunicado del 2 de febrero del 2001, notifica un testimonio a la emisora de radio de Río de Janeiro, Rainha da Paz, de un médico brasileño que hizo una gran fortuna con una clínica de abortos y perdió a su hija de veintitrés años después de haberse sometido a un aborto. Le entró un enorme remordimiento de todos los niños que él había matado con los abortos que practicó. Arrepentido vendió su clínica abortiva y construyó un HOGAR DE AMPARO para acoger a las madres solteras con problemas, con el propósito de adoptar a todos los niños que vengan al mundo a través de sus manos, para que Dios le perdone los crímenes que cometió.

 

Algunos dicen que si la Iglesia predica tanto contra el aborto, por qué no lo hace en la misma media contra la pena de muerte. Pero son dos casos totalmente distintos. La Iglesia acepta la pena de muerte en un caso extremo, si es la única manera eficaz de defender la vida de personas inocentes, amenazadas por un injusto agresor. En cambio en el aborto se condena a muerte a una persona inocente. Y esto no se puede justificar jamás.

Es inconcebible que los mismos que quitan la pena de muerte para asesinos, que son un peligro para la sociedad, condenen a muerte a seres inocentes en el seno de su madre.

Es curioso que muchos que están contra la pena de muerte por el peligro de que se condene a muerte a un inocente después están a favor del aborto donde siempre se condena a muerte a seres inocentes.

¿Qué podemos esperar de una sociedad que permite asesinar a niños no nacidos, por egoísmo de los mayores?

¿Qué valores van a respetar los que no respetan el derecho a vivir de sus hijos inocentes?[136] .

 

El Papa Juan Pablo II dijo en Polonia el 4 de junio de 1991: «Ningún gobierno tiene derecho a autorizar la muerte de seres humanos inocentes».

«El hombre progresa en la medida en que mejora».

«Progresar no es tener más, sino ser más y mejor. Permitir asesinar a seres humanos inocentes no nacidos, no es progresar. Es retroceder. Dar muerte voluntariamente a una persona inocente es siempre pecado mortal».

 

La Comisión Permanente del Episcopado Español ha publicado una declaración donde afirma (en el nº 6) que «el Estado no tiene autoridad para decidir que sea permisible suprimir la vida de un ser humano inocente»[137] .

 

El 15 de octubre de 1993 Monseñor Elías Yanes Presidente de la Conferencia Episcopal Española, en el discurso de apertura de la Asamblea Plenaria, hablando del derecho a vivir de los seres humanos concebidos pero todavía no nacidos, expresó estas ideas: «El derecho a vivir es un derecho fundamental que el legislador no crea sino que debe reconocer y proteger. Nadie, aunque no sea católico, tiene derecho a condenar a muerte a un inocente. El derecho a vivir de un ser humano inocente no depende de las opiniones humanas. El Estado no puede amparar legalmente la licitud de dar muerte a un ser humano inocente. Por encima de las leyes humanas está la ley natural, y ningún gobierno puede legislar contra la ley natural. Si bastaran las leyes humanas para hacer moralmente aceptable cualquier cosa, estarían justificados los crímenes de Hitler y Stalin que ellos ampararon legalmente».

 

No todo lo legal es moral. Ni es bueno todo lo que no esté prohibido por la ley. El 22 de septiembre de 1998 se votó en el Parlamento Español una ley sobre la ampliación de la despenalización del aborto. Naturalmente la Iglesia reaccionó en contra. Esto se manifestó en la homilía de la misa de Monseñor Elías Yanes en la clausura del Congreso Mariano celebrado en Zaragoza diez días antes. Tuvo palabras muy fuertes contra los políticos responsables de que se aprobase esa ley inicua que daba a las madres «licencia para matar» a sus propios hijos.

Estas palabras molestaron a socialistas y comunistas, que son los que defienden el aborto, acusándole de meterse en política.

Monseñor Yanes contestó que si ellos le prohibían hablar del 5º mandamiento que dice «NO MATARÁS», ¿de qué asunto le iban a dejar hablar? Evidentemente Monseñor Yanes encontró el apoyo de los obispos españoles. Algunos con frases muy brillantes.

El Arzobispo de Sevilla Monseñor Amigo dijo que es muy triste que el seno de una madre en lugar de ser un nido acogedor se convierta en un patíbulo para su hijo.

D. Antonio Montero, Arzobispo de Mérida-Badajoz, dijo a los políticos que defendían el aborto que ellos podían hacerlo hoy porque sus madres no pensaban como ellos, pues de haber sido así ellos al nacer hubieran ido al cubo de la basura.

Monseñor Juan José Asenjo, Secretario de la Conferencia Episcopal Española, en una entrevista que le publicó ABC de Madrid dijo que hablar del derecho de las madres al aborto es una monstruosidad. Sería como si los terroristas pidieran una ley que les autorizase a los coches-bomba y tiros en la nuca.

El mismo Monseñor Yanes en la Tercera Página del ABC de Madrid[138] publicó un artículo ratificando las mismas ideas de la homilía de Zaragoza. Entre otras cosas dice: «Se trata de dar un tipo de legislación que equivale al aborto libre. (...) A  nadie le es lícito, desde el punto de vista ético, eliminar voluntariamente la vida de un ser humano inocente. (...) Algunos hablan del derecho al aborto. Nadie tiene derecho a dar muerte a un ser humano inocente. Y nadie puede conceder este derecho. Ni el Estado, ni la sociedad ni la mayoría de votantes. El derecho a la vida no es una concesión que hace el Estado o que hace la sociedad. Es un derecho anterior al Estado mismo, anterior a la sociedad. Si no se respeta el derecho a la vida, no se respeta ningún otro derecho del sujeto cuya vida ha sido eliminada. Las disposiciones del Estado favorables al aborto voluntario, podrán ser “legales”, pero son objetivamente inmorales e injustas. Carecen, por tanto, de un elemento esencial a toda ley digna de ser respetada: la justicia. Son leyes inicuas. Está plenamente justificada la objeción de conciencia y la resistencia la ley»[139] .

La votación del Parlamento Español rechazó la ampliación del aborto[140] .

 

Los abortistas protestaron de que se les llame «asesinos», pues para ellos el derecho de las madres a matar a sus hijos es ser «progresistas[141] ; y encima acusaron a la Iglesia de intransigente[142] por defender la vida de seres humanos inocentes e indefensos de la agresión que maquinaban contra ellos los más «fuertes» que querían asesinarlos.

 

Es curioso que muchos ecologistas son  abortistas. Defienden a las plantas y a los pajaritos, y no les importa asesinar seres humanos.

La jurista María Dolores Vila-Coro ha publicado en el ABC de Madrid[143] un interesante artículo sobre el aborto en el que hace referencia a dos sentencias judiciales notablemente relacionadas:

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 5 de Cáceres condenó al propietario de un perro por haberlo matado; y la Sala 1ª del Tribunal Supremo condenó a un médico por no haber informado a una madre que su hijo iba a nacer mongólico, privándola así de la posibilidad de abortar.

Por lo visto, para algunos, matar un perro es más delito que matar al propio hijo.

Un párroco de La Rioja fue multado por retirar de la torre de su iglesia unos huevos de cigüeña; pero no se castiga a la madre que mata a su hijo.

Y es que, como dice monseñor Bira, Obispo de La Rioja, «el feto humano no es especie protegida»[144] .

 Monseñor Gea, Obispo de Mondoñedo, ha publicado una pastoral titulada El hombre, especie no protegida. Dice entre otras cosas:

«Está muy bien que se multe a quienes destruyen nidos de cigüeñas o de águilas reales. Lo que es un contrasentido es que no se castigue también a quienes destruyen vidas humanas. ¿Es que el que destruye vidas humanas inocentes en el seno de su  madre, es menos asesino que el terrorista que pone un “coche bomba”? ¿Qué dirían los políticos que defienden el aborto por “angustias” de la madre, si nos negáramos a pagar tributos exagerados por las “angustias” que esto nos produce?»[145] .

Si se permite quitar la vida de un ser humano inocente, ¿qué otra cosa más grave se puede a prohibir?

 

A mediados de septiembre de 1994 murieron el mismo día dos niños, Marcos Alegre, de trece años, y Judit Rivera de catorce, porque sus padres, Testigos de Jehová, se negaron a que les hicieran una transfusión de sangre que les hubiera salvado la vida. Esto es lamentable.

Pero es ridículo que la ministra socialista de Asuntos Sociales, Cristina Alberdi, haga solemnes manifestaciones[146] contra el hecho de que por motivos religiosos unos padres dejen morir a sus hijos, pues los padres no tienen derecho a disponer de la vida de sus hijos. Y después ella promueve una ley que permite a miles de madres que asesinen a sus hijos inocentes, si así lo desean.

 

Defender el aborto criminal como un derecho de la mujer, es como defender la libertad del asesino para matar, y olvidarse del derecho que tiene la víctima a vivir.

 

¿Y si se trata de un embarazo por violación?

La situación de una muchacha embarazada por violación es triste, pero esto no justifica el aborto. ¿Qué culpa tiene el hijo? ¿Por qué se le va a condenar a muerte a él? Si hay que castigar a alguien, es al violador. No va el hijo a pagar con su vida la culpa de su padre. La honra de la madre no justifica el derecho a matar a su hijo. Si es un hijo no deseado, que lo entregue en adopción, pero matarlo es un crimen.

 

Eso de que la madre puede disponer de la vida de su hijo es una monstruosidad. La madre tiene obligación de que su hijo viva, y si es culpable de su muerte, nadie le quitará ese remordimiento[147] .

El aborto puede quedar impune ante la ley, pero no ante la conciencia; el remordimiento no la dejará dormir tranquila.

Así me lo aseguraba una chica que se despertaba sobresaltada por las noches, mucho tiempo después de haber practicado el aborto, por el remordimiento de haber asesinado al hijo de sus entrañas. Me decía: «Padre, a veces me despierto viendo a mi hijo a quien asesiné».

Decía el Dr. Wilke: «Es más fácil sacar un bebé del útero de una mujer que de su conciencia»[148] .

«Todo confesor experimentado sabe que el aborto es un pecado que muchas mujeres no se perdonan a sí mismas, ni siquiera después de haber sido perdonadas por Dios. Los médicos y los psiquiatras saben también hasta qué punto las mujeres que han abortado voluntariamente sufren traumas psíquicos»[149] .

 

El doctor D. Antonio Peco, ginecólogo, con treinta años de profesión en la Seguridad Social y en su clínica privada, me habló del trauma psíquico que sobreviene después del aborto:

a) Remordimientos de conciencia por haber asesinado a su propio hijo.

b) Mujeres que tenían uno o dos hijos y abortaron al que venía de camino. Después perdieron uno o los dos hijos, y viven desesperadas, pues ya es tarde para encargar otro.

c) Matrimonios que no tienen valor de mirarse a la cara después de haber abortado, y terminan rompiendo definitivamente.

d) Padres que ayudan a sus hijas a abortar, y después terminan odiándose mutuamente.

Con razón los psicólogos austríacos reconocen gran cantidad de neurosis y depresiones en mujeres que han abortado voluntariamente[150] .

El Dr. Henry P. David, profesor de Psicología de la Universidad de Maryland de Baltimore (U.S.A.) dice: «El 64% de las mujeres a las que se ha realizado el aborto fueron ingresadas en hospitales psiquiátricos»[151] .

David C. Reardon, en un estudio publicado en la revista Post Abortion Review  dice que las mujeres que han practicado el aborto presentan desórdenes mentales 41% más que las que no lo han hecho. Y son también muy numerosas las que terminan suicidándose después de haber practicado el aborto. Muchas en la fecha que abortaron o en la que debería haber nacido su hijo[152].

 

«Un estudio del Elliot Institute,  publicado por el British Medical Journal  de Enero de 2002, indicó que la depresión es más común entre las mujeres que se han sometido a un aborto. (...) Y otro estudio publicado en Springfield (EE.UU.), por el Southern Medical Journal  reveló que las mujeres que se han sometido al aborto tienen un riesgo significativamente mayor de morir que las que decidieron dar a luz a sus hijos»[153].

 

«Un estudio del Instituto Bioético De Weber de Canadá, reveló que las complicaciones de los abortos no suelen ser aireadas por la prensa y se permite que miles de mujeres se sometan a estos procedimientos sin conocer los riesgos físicos y psicológicos que enfrentan. El Instituto, con sede en Toronto, publicó un informe titulado "La salud de la Mujer después del Aborto: La evidencia médica y psicológica", en el que resume más de 500 estudios realizados en los últimos 20 años.  Según el estudio, las complicaciones del aborto no son sólo sanitarias, sino que las mujeres que se someten a la práctica son más propensas a cometer suicidio después de un aborto que después de haber dado a luz.  Cáncer de seno, infección pélvica, infertilidad, embarazos ectópicos con riesgo de muerte, y consecuentes partos prematuros, con un alto índice de niños que nacen con parálisis cerebral- son algunos de los graves efectos desconocidos por las mujeres que deciden abortar, según se ha publicado en Toronto»[154] .

 

Es significativo el testimonio de Laura: al entrar en la clínica abortiva se encontró en la puerta un grupo de jóvenes rezando el rosario por las madres que iban a matar a sus hijos. Le entró un gran remordimiento y se volvió. Cuando nació el niño le puso por nombre Victor, PUES SALIÓ VICTORIOSO, Y HOY ES LA MAYOR ALEGRÍA DE SU VIDA, lo quiere con locura y se siente feliz.

 

 Por otra parte en un artículo de la edición para el Verano de 2003 del Journal of American Physicians and Surgeons, Karen Malec, presidenta de la Coalition on Abortion/Breast Cancer, cita numerosos estudios que identifican el nexo entre aborto y cáncer de pecho.

 

Nos sobrecoge de horror lo que cuenta en su libro Guerra de los judíos, Flavio Josefo, testigo presencial de lo ocurrido el año 70 en la destrucción de Jerusalén: el hambre de los sitiados fue tan espantosa que algunas madres se comieron a sus hijos lactantes[155]. Pero es peor que una madre abortista mate a su hijo, no por hambre, sino por egoísmo.

 

Tampoco es admisible el aborto ante el peligro de que el niño pueda nacer subnormal. ¿Es que los enfermos no tienen derecho a vivir? ¿Es que vamos  matar a todos los enfermos? ¿Es que la solución de las enfermedades es matar a los enfermos? Esto sería muy cómodo y barato.  Se acabarían los problemas de la Seguridad Social. Pero nada puede justificar condenar a muerte a una persona inocente. Aparte de que esas predicciones de subnormalidad en los todavía no nacidos se presta a enormes errores. Así ocurrió cuando la nube tóxica de Seveso (Italia), que recomendaron a las madres embarazadas que abortaran ante el peligro de tener hijos subnormales, y luego resultó que las cuatrocientas madres que no quisieron abortar tuvieron hijos perfectamente sanos[156] .

Lo mismo ocurrió en España con las embarazadas enfermas del aceite de colza, a quienes se les recomendó el aborto ante el peligro de tener niños anormales. Luego resultó, según el Dr.Zamarriego, Presidente del Consejo del Plan Nacional de Prevención de la Subnormalidad, que de cuatrocientos cincuenta partos de mujeres afectadas por el síndrome tóxico, ninguno de los nacidos ha presentado malformaciones[157] . Si se hubiera hecho caso a las predicciones, se habrían cometido cuatrocientos cincuenta asesinatos de niños inocentes.

El Dr. López Ibor denuncia el caso de una mujer a quien habían aconsejado abortar porque iba a tener un hijo deforme. Él la disuadió del aborto, y al año se le presentó ella con un niño precioso y perfecto[158] .

Una señora italiana, Marisa Ferrante, al cuarto mes de embarazo, el ginecólogo le recomendó que abortase pues iba a dar a luz una niña con malformaciones: un auténtico monstruo.

Ella no quiso abortar, y cuando su «monstruo» cumplió veinte años, fue elegida «Miss Italia, 1995»[159] .

En un debate ante la televisión francesa Lejeune preguntó a Monod:

- Un padre sifilítico y una madre tuberculosa tuvieron cuatro hijos: el primero nació ciego, el segundo murió al nacer, el tercero nació sordomudo, y el cuarto es tuberculoso. La madre queda embarazada de un quinto hijo. ¿Qué haría Vd?

- Yo interrumpiría ese embarazo.

- Tengamos un minuto de silencio. Vd. ha quitado la vida a Beethoven[160].

 

El descubrimiento del «genoma humano» puede provocar inquietudes innecesarias, pues «no es verdad que se verifique todo lo que está escrito en los genes», ha dicho Bruno Dalla Piccola, Catedrático de Genética de la Universidad de Tor Vergata (Roma)[161] .

 

También es inadmisible el aborto por peligro de la madre, psíquico o físico. Es posible que el niño no deseado sea un trauma psíquico para la madre; pero mucho peor es el trauma que va a tener por haber asesinado a su hijo, como se deduce de una larga experiencia.

Lo de que el niño pueda ser un peligro para la salud de la madre es algo que ya ha sido superado. Con los avances de la Medicina, esto ya no se da.

El Dr. Cruz Hermida, Jefe del Servicio de Ginecología de la Cruz Roja de España dice: «En mis treinta años de ejercicio profesional nunca se me ha presentado el dilema entre la vida de la madre y del hijo»[162] .

Dice el Dr. Horno, Jefe de Maternidad de la Seguridad Social de Zaragoza: «En los 65.000 casos que llevo atendidos en mi Departamento nunca se ha dado una situación que haya obligado a plantear esa necesidad, puesto que hoy existen medios técnicos suficientes para dar soluciones satisfactorias, tanto para la vida de la madre como para la del hijo»[163] .

La doctora A.Jiménez, ginecóloga, dice: «Para una mujer hay más peligro en un aborto, incluso controlado por un médico, que en un parto»[164] .

Un día recibí una carta por INTERNET EN LA QUE ME PREGUNTABAN SOBRE el peligro para la madre en casos de fetos ectópicos (fuera del útero).

Le pregunté al Dr. Fernando Muñoz Ferrer, conocido ginecólogo en Cádiz, que ha sido Jefe del Servicio de Obstetricia y Ginecología de la Residencia de la Seguridad de Cádiz, y me dijo lo siguiente:«El feto ectópico no es viable. Por lo tanto lo que se extrae ya está muerto. Y esta extracción no supone ningún peligro para la madre, si la operación se hace a tiempo».

 

Recientemente se ha difundido una píldora abortiva, la RU-486. de los Laboratorios Roussel-Uclaf. Por eso se llama RU, por el nombre de los Laboratorios.

La Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española publicó sobre esta píldora una excelente declaración, el 17 de junio de 1998. En ella dice, entre otras cosas:

«La práctica del aborto voluntario es, como dice el Concilio Vaticano II, un “crimen abominable”[165]. Algunos, en cambio, han llegado hoy a pensar que abortar es un derecho. Es muy preocupante esta confusión del bien y del mal. (...) La Iglesia no quiere dejar de alzar su voz para desenmascarar el mal, y para defender los verdaderos derechos del hombre, en particular el derecho a la vida. No decimos hoy nada sustancialmente nuevo sobre el aborto. Recordamos la doctrina de siempre, aplicándola a ciertos fármacos abortivos que podrían camuflar  todavía más la tragedia moral del aborto. (...) La píldora RU-486 no se utiliza para curar ninguna enfermedad. Su finalidad es eliminar vidas humanas inocentes en las primeras semanas de su existencia. Es un fármaco abortivo.El recurso a un fármaco abortivo, como la píldora RU-486, es tan inmoral como el recurso al aborto por medios quirúrgicos. (...) La píldora abortiva podrá camuflar el aborto, pero no despojarlo de su carácter de crimen. Hay que recordar que la objeción de conciencia seguiría siendo aquí tan necesaria como en el caso del aborto quirúrgico. Aunque la intervención facultativa sea mucho menos visible e incluso llegue a reducirse a firmar una receta, seguirá tratándose de una cooperación directa a este crimen, que podría hacer incurrir, a quien la presta, en la pena de excomunión»[166] .

La RU-486, ha producido malformaciones en el feto cuando su efecto no ha sido eficaz[167] . Las malformaciones en los embriones supervivientes motivó esta declaración del doctor Justo Aznar, Jefe del Departamento de Biopatología Clínica del Hospital La Fe de Valencia: «Ninguna sociedad médica aprobaría un medicamento con las contraindicaciones y los efectos secundarios que éste tiene»[168].

André Ullmann, de los Laboratorios Rousell-Uclaf, que fabrican esta píldora, dijo que una mujer que no logró abortar con ella, a los seis meses dio a luz un bebé deforme[169] .

Una mujer francesa de treinta y un años de edad, que estaba tomando la píldora, falleció víctima de una accidente cardiovascular[170] .

Por eso Eddouard Sakiz, Presidente del laboratorio Roussell que la fabrica, recomienda a quienes la toman tener a mano un equipo de tratamiento de urgencia por posibles problemas de índole cardiovascular[171] 

Como se han multiplicado los accidentes y muertes mal explicadas en mujeres que la han tomado, el gobierno francés está «reexaminando» esta píldora abortiva[172] 

Por eso el Tribunal Supremo norteamericano ha prohibido la píldora RU-486 en el territorio de los Estados Unidos[173], por considerarla mercancía peligrosa[174] .

El Boletín Oficial del Estado francés, restringe el uso de la píldora abortiva RU-486, porque «puede suponer un daño importante para la salud pública»[175] .

Pierre de Vernejoul, Presidente de la Comisión Internacional de Inquérito sobre la RU-486 declaró, a propósito de la difusión de esta píldora: «El enfoque médico y científico ha sido sacrificado ante motivos ideológicos»[176] .En Alemania a aparecido la píldora Myfegine más letal que la píldora abortiva RU-486.

 

Últimamente ha aparecido la píldora Nortevo. Se la llama también la «píldora del día siguiente». Evita la fecundación del óvulo, o la implantación en el útero si el óvulo ya está fecundado. Es decir, que puede ser una píldora abortiva[177]. Por eso el Secretario de la Conferencia Episcopal Española, Mons. Juan José Asenjo, en declaraciones a SERVIMEDIA ha expresado el rechazo de la Iglesia a «la píldora del día siguiente»[178].

El Dr. Justo Aznar, Jefe del Departamento de Biopatología Clínica del Hospital La Fe  de Valencia, dijo en la Segunda Cadena de Televisión Española, el 29 de julio del 2001, a las nueve de la mañana:«La píldora del día siguiente es anticonceptiva un 15% de los casos; pero en el otro 85% es abortiva, pues impide la implantación del óvulo fecundado.Y el ser humano empieza en su concepción.  Basta la posibilidad de que sea abortiva para que sea inmoral». Que esta píldora es abortiva se deduce de las investigaciones de Chris Kahlenbon, Joseph Stanford y Walter Larimore publicadas en la Revista The Annals  of  Pharmacotherapy [179]

 «Recientes pruebas científicas han obligado al Gobierno de Inglaterra a alertar a las mujeres jóvenes del “peligro potencialmente mortal” de desarrollar un embarazo ectópico por consumir las llamadas “píldoras del día siguiente”. Sir Liam Donaldson, director médico del Gobierno, envió una comunicación a todos los galenos pidiéndoles que sean “extravigilantes” con las ‘píldoras del día siguiente’ pues están relacionadas directamente con las altas tasas de embarazos ectópicos. Asimismo, Donaldson ordenó a la empresa Schering AG –fabricante de la medicina– modificar la información de los prospectos para pacientes, aclarando que existe un alto riesgo de desarrollar este desorden.

»John Smeaton, director nacional de la Sociedad para la Protección de Niños Nonatos (SPUC), afirmó que “esta medicina debería ser quitada inmediatamente del mercado”»[180] .

 

La mal llamada «vacuna anticonceptiva» ni es vacuna ni es anticonceptiva. No es vacuna, pues no previene ninguna enfermedad, sino que mata a un ser humano. Y no es anticonceptiva, pues lo que hace es impedir que siga viviendo un ser humano ya concebido. Es decir, que es abortiva.

«De igual forma en Gran Bretaña se anunció que la organización «British Pregnancy Advisory Service» está promoviendo la distribución de una píldora del «día después» llamada Pc4. (...)  Como sucede con otros fármacos del mismo tipo se trata de provocar una especie de aborto químico que impide que el óvulo fecundado pueda anidar en el útero[181]»[182]

 

El DIU (dispositivo intra-uterino) además de ser abortivo, pues impide la anidación del óvulo ya fecundado, es peligroso para la salud, pues puede producir infecciones y hasta perforación del útero[183] .

 

Hay que distinguir entre el aborto espontáneo, que ocurre involuntariamente, y el aborto criminal provocado que es un pecado gravísimo. También existe diferencia entre este último y el aborto terapéutico, que intenta salvar lo que puede salvarse en aquel trance. En caso de que haya que elegir entre dos vidas, la del feto y la de la madre, se puede elegir la vida que parezca más importante. Se trata de aplicar a este caso el principio moral de la acción de doble significación.

Con este nuevo enfoque el aborto terapéutico resultaría justificable. Así razona el Padre jesuita Marcelino Zalba, Catedrático de Teología Moral de la Universidad Gregoriana de Roma y Consultor de la Sagrada Congregación Pontificia de la Doctrina de la Fe[184] . Si hubiera sido posible, se hubieran salvado la dos vidas. Pero jamás puede ser lícito procurar voluntariamente un aborto directo

El Dr. John Peel, ginecólogo de la Reina Isabel de Inglaterra ha calificado de «valiosísima investigación científica» la del Dr.Wynn, según la cual un gran porcentaje de niños anormales con malformaciones graves nacen así debido a que sus madres practicaron el aborto con anterioridad[185] 

En el aborto procurado peca, además de la madre, quien lo realiza, quien colabora y quien lo aconseja[186] .

El Vaticano recuerda a los operadores sanitarios que tienen una obligación grave a presentar objeción de conciencia en el caso de legislaciones abortistas[187]. Quien practica el aborto queda excomulgado[188] . Esta excomunión es automática (se llama «latae sententiae»)  al consumarse el aborto.Dice el Código de Derecho Canónico: «Quien procura el aborto, si éste se produce, incurre en excomunión»[189] .

Lo mismo todos los que colaboren a él de modo eficaz y voluntariamente[190] .

Es decir «si el delito no se hubiera cometido sin su colaboración»[191] .

La excomunión es la pena canónica que la Iglesia impone a ciertos pecados muy graves para que no se cometan. Consiste en que al excomulgado se le prohíben todos los sacramentos menos el de la confesión. .

«No obstante, no caen en la excomunión cuando se dan las circunstancias que eximen de cualquier pena. En concreto, no incurren en penas eclesiásticas los menores de dieciocho años, quienes sin culpa desconocen que infringen esa ley, o los que lo realizan por miedo grave o con el fin de evitar un grave perjuicio»[192] .

El aborto se condena en la Iglesia desde los tiempos de la Didajé[193], en el año 70 de nuestra era[194] .«Desde el siglo primero la Iglesia ha afirmado la malicia moral de todo aborto provocado»[195] .

En Octubre de 1979 la Asamblea del Consejo de Europa aprobó la resolución 4.376 en la que se invita a todos los gobiernos europeos a «reconocer el derecho del niño a la vida desde el momento de su concepción, momento en el que se hallan presentes en potencia todas las propiedades biológicas y genéticas del ser humano».

Hace tiempo leí, no recuerdo dónde, el DIARIO DE UN FETO, creo que anónimo. Era más o menos así:

Día 1º: Hoy empieza mi vida. Mis padres todavía no saben que existo, pero ya soy alguien.

Día 15: Ya he crecido un poco, pero soy tan pequeño que si mi madre no me llevara junto a su corazón, por la calle la gente me pisaría como a una hormiguita.

Día 25: Ya se me empieza a abrir la boca. Cuando pueda hablar lo primero que diré será «mamá».

Día 65: Ya casi veo, pero todo está muy oscuro. Tengo ganas de ver la cara de mi mamá.

Día 80: He oído decir a mi mamá que ya escucha los latidos de mi corazón.

Día 90: Ya no escribiré más mi diario, porque hoy mi mamá ha ido al médico y han decidido matarme.

La vida es un don de Dios. La Madre Angélica  cuenta en su libro esta anécdota[196]: En un parto el niño sale muerto. Lo envuelven en una toalla y lo ponen sobre una mesa. Al poco rato soltó un gemido, lo reaniman y salió adelante. Setenta años después, en su lecho mortuorio, se lo cuenta a su hija por primera vez, y le dice: «En mis setenta años todos los días he dado gracias a Dios por el don de la vida. Para mí ha sido un regalo. Si he vivido setenta años, no puedo quejarme».

¿No podríamos todos decir lo mismo aunque no hayamos tenido ese problema al nacer? La vida es un regalo de Dios para todo el que ha tenido la suerte de nacer.


[1] Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2303

[2]  Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2302

[3] GREELEY: El Mito de Jesús, VII. Ed. Cristiandad. Madrid, 1973

[4] ALEX ROSAL: Diario  La Razón del 9-V-2001, pg.42

[5] Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2262

[6] SAN PABLO: Carta a los Romanos, 12:21

[7] Evangelio de SAN LUCAS, 6,36

[8] HENRI J.M. NOUWEN: El regreso del hijo pródigo, Conclusión, 1.  Ed. PPC. Madrid.1997.

[9] MELCHOR ESCRIVÁ,S.I.: Medicina de la personalidad, 2ª, XLII.  Ed. Sal Terrae. Santander.

[10] BERNHARD HÄRING: SHALOM: Paz, XIV, 6.  Ed. Herder. Barcelona. 1998.

[11] Evangelio de San Mateo, 6:15; Evangelio de San Marcos, 11:26

[12] Evangelio de San Mateo, 5:39

[13] Evangelio de San Juan, 18:22s

[14] Evangelio de San Juan, 18:22S

[15] BERNHARD HÄRING: SHALOM: Paz, XIV, 7.  Ed. Herder. Barcelona. 1998.

[16] Bernhard. HÄRING, C.SS.R.: La ley de Cristo, 2º, 1ª, 1ª, II, 2, d. Ed. Herder. Barcelona.

[17] Evangelio de San Mateo, 5:44

[18] MADRE ANGÉLICA: Respuestas, no promesas, VII,3.  Ed. Planeta+Testimonio. Barcelona.1999.

[19] ANTONIO ROYO MARÍN, O.P.:Teología  Moral  para seglares,1º, 2ª, III,nº 518,3ª.Ed.BAC.Madrid

[20] ANTONIO ROYO MARÍN, O.P.: Teología Moral para seglares, 1º, 2ª, III, nº538,2º.Ed.BAC.Madrid

[21] ANTONIO ROYO MARÍN, O.P.:Teología Moral para seglares,1º, 2ª, III, Nº 518, 2ª.Ed.BAC.Madrid

[22] ANTONIO ROYO MARÍN, O.P.:Teología Moral para seglares, 1º, 2ª, III, nº518, 4ª.Ed.BAC.Madrid

[23] JOSÉ Mª CIURANA: La verdad del cristianismo, III, A, c, g. Ed. Bosch. Barcelona, 1980. Estupendo libro para demostrar que la religión Católica es la única fundada por Cristo Dios

[24] OTTO ZIMMERMANN, S.I.: Teología ascética, nº 96. Seminario Metropolitano. Buenos Aires

[25] JUAN PABLO II: Encíclica  Dives in misericordia

[26] Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica nº 2308

[27] ANTONIO ROYO MARÍN, O.P.:Teología Moral para seglares,1º,2ª,III, nº870-873.Ed.BAC.Madrid

[28] Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2309

[29] Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2310

[30] Nuevo Código de Derecho Canónico, nº 2311

[31] Concilio Vaticano II: Gaudium et Spes: Constitución sobre la Iglesia en el mundo actual, nº 79

[32]  Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2312

[33] Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2328

[34] Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2313

[35] Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2264

[36] JULIÁN PEREDA, S.I.: Revista  Estudios de Deusto, 30(IV-1967)9-34. Bilbao

[37] B. HÄRING, C.SS.R.: La ley de Cristo, 2º, 2ª, 2ª, IV, 3. Ed. Herder. Barcelona

[38] AURELIO FERNÁNDEZ: Compendio de Teología Moral, 2ª, XI, 1.4.  Ed. Palabra. Madrid. 1995.

[39] Génesis, 9:6

[40] Éxodo, 21:12-14

[41] AURELIO FERNÁNDEZ: Compendio de Teología Moral, 2ª, XI, 1.2.  Ed. Palabra. Madrid. 1995.

[42] SALVADOR DE MADARIAGA: Dios y los españoles, V. Ed. Planeta. Barcelona, 1975

[43] Diario YA del 27-IX-79, pg. 4

[44] Diario YA del 27-XII-86, pg. 19

[45] Diario YA del 4-VIII-87, pg. 4

[46] Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica nº 2267, nuevo

[47] Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica nº 2264

[48] Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica nº 2265s.

[49]  Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica nº 2267, nuevo

[50] BERNABÉ TIERNO: Revista El Semanal,  717(22-28,VII,2001) 70.

[51] Diario YA del 24-X-84, pg. 15

[52] DIARIO DE CÁDIZ, 18-I-89, pg. 14

[53] Diario YA, 30-VIII-87, pg. 13

[54] Diario YA, 28-IX-86, pg. 48

[55] ABC de Madrid del 27-VI-1999, pg.72

[56] ABC de Madrid del 5-IV-1993, pg. 56

[57] DIARIO DE CÁDIZ, 29-VIII-95, pg.28

[58] Diario YA, 2-V-82, pg. 38

[59] Diario YA, 8-VII-85, pg. 3

[60] Diario LA RAZÓN, 4-XII-2001, pg. 39.

[61] DIARIO DE CÁDIZ, 12-XI-88, pg. 1

[62] Diario YA, 29-VI-92, pg. 2

[63] Diario YA, 20-I-89, pg. 24

[64] Diario ABC de Madrid, 3-IX-96, pg. 79

[65] Diario YA, 6-XI-88, pg. 21

[66] Diario YA, 30-XII-88, pg. 14

[67]   Diario LA RAZÓN, 28-VI-2002, pg. 14.

[68]  Diario LA RAZÓN, 28-XI-2001, pg. 38.

[69] Diario LA VANGUARDIA de Barcelona, 28-III-78, pg. 3

[70] Diario YA, 7-XII-84, pg. 5

[71] Diario LA RAZÓN, 1-I-2000, pg.33

[72] Diario YA, 30-V-86, pg. 30

[73] RAFAEL GÓMEZ PÉREZ: Problemas morales de la existencia humana, 3º, VIII. Ed. Magisterio Español. Madrid, 1980

[74] Con vosotros está, 2º, XXXVIII, 2. Madrid, 1976

[75] ANTONIO ROYO MARÍN,O.P.: Teología Moral para seglares, 1º, 2ª, III, nº 560.  Ed. BAC. Madrid

[76] JAVIER GAFO, S.I.: Diario HOY de Badajoz del 9-II-78, pg. 2

[77] JAVIER GAFO, S.I.: Diez palabras clave en Bioética, IV,2. Ed.Verbo Divino. Estella. 2000.

[78]  Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2267

[79]  MIGUEL ÁNGEL FUENTES,V.E.:Apologética católica, MORAL.  En  INTERNET:

  http://catholic-church.org/russia-ive/apologetica/homepage.htm

[80] RONALD LAWLER, O.F.M.: La doctrina de Jesucristo, XX, 2, c. Ed. Galduria. Jódar (Jaén) 1986

[81] Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2290

[82] BERNHARD HÄRING. SHALOM. Paz, XVI,4.  Ed. Herder. Barcelona.1998.

[83] Diario YA, 18-VI-76

[84] Pedidos a: Apartado 2546. 11080-Cádiz. Tel.: (956) 222 838. FAX: (956) 205 810.

[85] DOMÈNEC MELÉ: Cristianos en la sociedad, II,1,a.  Ed. Rialp. Madrid. 1999.

[86] Concilio Vaticano II: Gaudium et Spes: Constitución sobre la Iglesia en el mundo actual, nº 51

[87] Diario YA, 19-V-81, pg. 8

[88] RAFAEL GÓMEZ PÉREZ: Problemas morales de la existencia humana, IV, 3. Ed. Magisterio Español. Madrid, 1980

[89] M.  DELGADO: ADáN Y EVA Y EL HOMBRE PREHISTÓRICO,VII.  Folletos Mundo Cristiano.

[90] Dr. TOMÁS MELENDO: Fecundación «in vitro» y dignidad humana, III, 1. Ed. Casals, Barcelona.

[91] Diario YA, 17-III-85, pg.23

[92] Diario YA, 9-VI-79, pg.6

[93] Diario YA, 15-III-87, pg. 42

[94] Revista TRIBUNA MÉDICA del 11-X-74, pg. 37

[95] VÍCTOR  GARCÍA DE LA  HOZ: ABC Dominical del 27-II-77, pg. 19

[96] Diario ABC de Madrid del 3-II-97, pg.53

[97] ZENIT SEMANAL 11-XII-99

[98] Diario LA RAZÓN del 5-VII-2000, pg. 38.

[99]  SALVADOR BORREGO: Dogmas y crisis, II.  México. 1994.

[100] VICENTE SUBIRÁ: Valores Católicos Permanentes, I,6.  Ed. EDICEP. Valencia. 1987.

[101] DIARIO DE CÁDIZ, 7-X-87, pg.13

[102] Diario YA, 15-II-79, pg. 36

[103] LE DROIT DE NAÎTRE: 262(I-82)5

[104] Revista ARBIL, nº23: I NTERNET www.ctv.es/USERS/mmori

[105] Revista ARBIL,  nº23: INTERNET www.ctv.es/USERS/mmori

[106] Revista ECCLESIA: 2796 (6-VII-96) 11

[107] ANDRÉ LEONARD:La moral sexual explicada a los jóvenes, IV, D, b, 2. Ed. Palabra. Madrid.

[108] MARCOS GUTIÉRREZ SANJUÁN: Revista HISPANIDAD 11-VII-2002

[109] Dr. BOTELLA LLUSIÁ: Diario YA del 11-V-79, pg. 7

[110] Revista TELVA, 550 (IV-87)116

[111] Diario YA , 7-I-79, pg. 44

[112] ZENIT: Boletín del Vaticano en INTERNET, ZS02020410.

[113] JAVIER GAFO, S.I.: Diez palabras clave en Bioética, II,3, 1, c.  Ed. Verbo Divino. Estella. 2000.

[114] Diario ABC de Sevilla del 10-IX-92, pg. 3

[115] Diario YA del 14-III-76

[116] Declaración del Vaticano sobre la eutanasia. Julio de 1980

[117] Dr. BOTELLA LLUSIÁ: Diario YA del 19-II-83, pg. 33

[118] Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica nº 2261

[119] Diario YA,26-VIII-87, pg.14

[120] Diario YA, 28-XI-79, pg. 6

[121] Diario LA VERDAD de Murcia , 12-XI-77

[122] Revista ECCLESIA, 1934(19-V-79)3

[123] Radio Nacional de España: «Protagonistas Nosotros» del 29-X-79

[124] Diario YA, 30-I-82, pg. 10

[125] Diario YA, 23-I-85, pg. 31

[126] Revista ECCLESIA, 1510 (26-IX-70)39

[127] JOSÉ ANTONIO DE SOBRINO, S.I.: Onda Familiar, Aborto 1

[128] Diario YA, 16-IX-74, pg. 15

[129] DEFENSA DE LA VIDA en INTERNET: www.aliento.es

[130] Diario LA RAZÓN, 14-VI-2001, pg. 29

[131] Carta del Cardenal COOKE del 27-I-78

[132] JUAN Mª. LUMBRERAS,S.I.:El cristianismo es amor y exigencia de justicia, XX, 2. Ed.Mensajero.

[133] Revista HOGAR DE LA MADRE: 78 (IX-X,1997) 36

[134] ALEX ROSAL: Revista HOGAR DE LA MADRE, 71 (VII,VIII-96) 35

[135] ZENIT:Boletín informativo del Vaticano en INTERNET: ZE980616-6

[136] RICARDO M. CARLES, Arzobispo de Barcelona:Fe y Cultura, XIV, 3. Ed. Claret. Barcelona.1990

[137] Revista ECCLESIA, 2704 ( 1-X-94 ) 10

[138] Diario ABC de Madrid, 18-IX-98, pg.3

[139] Diario ABC de Madrid, 18-IX-98, pg.3

[140] Diario ABC de Madrid, 23-IX-98, pg.13

[141] Diario ABC de Madrid, 23-IX-98, pg.20

[142] DIARIO DE CÁDIZ, 23-IX-98, pg.42

[143] Diario ABC de Madrid, 18-IX-98, pg.42

[144] Diario YA, 7-X-92, pg. 29

[145] Diario YA, 22-IX-92, pg. 25

[146] ABC de Madrid, 19-IX-94. Pg. 61

[147] JUAN PABLO II: Mulieris Dignitatem, nº 14, 15-VIII-88

[148] Diario YA, 24-IV-89, pg. 15

[149] BERNHARD HÄRING: SHALOM: Paz, XVI, 3.  Ed. Herder. Barcelona. 1998.

[150] Diario ABC de Madrid, 27-IV-80, pg. 86

[151] Revista TELVA, 550(IV-87)63

[152] Revista ARBIL de pensamiento y crítica, nº 35. En  INTERNET.

[153] JESÚS MONEDERO: Aborto legal y salud mental. Diario LA RAZÓN , 17-IX-2002, pg.46.

[154] MARCOS GUTIÉRREZ SANJUÁN. marcosgu@terra.es

[155] VITTORIO MESSORI: Padeció bajo Poncio Pilato, XXIII.  Ed. Rialp. Madrid. 1994.

[156] Diario YA, 13-V-83, pg. 28

[157] Diario YA, 15-III-83, pg. 25

[158] Diario YA, 10-III-87, pg. 34

[159] Diario ABC de Madrid, 8-IX-95, pg.95

[160] CARLOS LLANO:Trece argumentos en favor de la vida. Revista ISTMO,162(I-II,1986) 15.México

[161] BRUNO DALLA PICCOLA: Boletín Informativo del Vaticano en INTERNET, ZE980202-4

[162] Diario YA, 4-III-1983.

[163] LUIS RIESGO: Éste es el camino, XII, 5.  Ed. San Pío X. Madrid.1990. Libro de oro sobre el noviazgo y el matrimonio, el el que el matrimonio Riesgo, los dos psicólogos, unen sus conocimientos en psicología y su experiencia de padres cristianos.

[164] Diario YA, 1-II-1983.

[165] Concilio Vaticano II: Constitución Gaudium et spes   nº 51.

[166] Revista ECCLESIA, 2899 (27-VI-98) 958s.

[167] Diario YA, 29-X-88, pg. 16.

[168] Semanario Alfa y Omega del 19-XII-98.

[169] S.O.S. FAMILIA: Informe sobre los peligros de la píldora abortiva RU-486. Madrid 1998.

[170]Diario NEW YORK TIMES, 10-IV-91.

[171] S.O.S. FAMILIA: Informe sobre los peligros de la píldora abortiva RU-486. Madrid 1998.

[172] Diario ABC de Madrid del 10-IV-91, pg. 48.

[173] Revista PALABRA, 330s ( VIII-IX, 1992 ) 19.

[174] Diario ABC de Madrid del 3-IV-93, pg.20.

[175] Diario ABC de Madrid del 1-I-89, pg. 14.

[176] S.O.S. FAMILIA: Informe sobre los peligros de la píldora abortiva RU-486. Madrid 1998.

[177] Diario EL PAÍS del 26-VI-99, pg. 32.

[178] Diario EL MUNDO del 27-VI-99, pg.42.

[179]ZENIT, Boletín informativo del Vaticano en INTERNET: ZSI02021601.

[180] Boletín de la Universidad Pontificia de Ponce (Puerto Rico), 6-II-2003: www.pionet.org.

[181] Pro-Life Infonet, 17/7/99; Avenire, 10/7/99

[182] ZENIT: Boletín informativo del Vaticano en INTERNET,  24-VII-99. SEMANA INTERNACIONAL.

[183] Dr. JEAN BAPTISTE JOURDAIN: Revista MUNDO CIENTÍFICO, 51 (X,85) 984

[184] MARCELINO ZALBA, S.I.: Revista Estudios Eclesiásticos, 52(1977)9-38

[185] Revista MUNDO CRISTIANO, 130(XI-73)34

[186] Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2272

[187] Diario ABC de Madrid del 24-X-94. Pg. 89

[188] Nuevo Código de Derecho Canónico, nº 1398

[189] Nuevo Código de Derecho Canónico, nº 1398.

[190] Nuevo Código de Derecho Canónico, nº 1398

[191] Nuevo Código de Derecho Canónico, nº 1329, 2

[192] AURELIO FERNÁNDEZ: Compendio de Teología Moral, 2ª, X, 3, 3.  Ed. Palabra. Madrid. 1995.

[193] Didajé, II,2

[194] AYAN CALVO: Introducción a la Didajé.  Ed. Ciudad Nueva. Madrid. 1992.

[195] Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2271

[196] MADRE ANGÉLICA: Respuestas, no promesas, X,8.  Ed. Planeta+Testimonio. Barcelona. 1999.