ara sintonizarte con Dios II
Cuentos, historias y reflexiones del P. JMG

 Todos tenemos que luchar

Después de una larga charla, le aconsejé:
“La forma más fácil de “triunfar” es evitar las ocasiones.
No conviene, NUNCA, “dialogar” con la tentación, que es el primer paso de la caída.

Ciertos lugares, ciertas compañias, diversiones o fiestas no te convienen.
Ante una propuesta concreta, pedile ayuda a la Virgen y tené la “valentía de huir.”  

Mi amigo luchaba. Mi amigo es gay.
 

Perdón, es fuerte; pero es cierto.
Te recuerdo el título:
Todos tenemos que luchar .

Sábado 26 de agosto del 2001

Un buen coach

Caminaba una mañana por la calle y me encontré con Carlos y Gustavo que charlaban en la vereda. No quise interrumpir y escuché a Carlos su explicación apasionada:

“¡No sabés, estoy contentísimo!
Encontré la persona que estaba buscando.
No sólo conoce el mejor camino, sino que te lo hace fácil y te ayuda a recorrerlo.
Lo que quiere es que uno saque lo mejor de uno mismo.
Sin atropellar te va marcando las pautas.”
En muy poco tiempo podés mejorar un montón
 

“No sabía que estabas tan dedicado al deporte, ¿quién es tu entrenador?”, pregunté.  

Se rieron los dos. Gustavo me aclaró:

“Se trata de su nuevo director espiritual.”  

“Si se habla confiadamente,
si se exponen con sencillez las propias luchas interiores, se sale adelante,
y no habrá obstáculo que logre separarnos de Cristo”,
escribía Juan Pablo II en una carta el 8-XI-1982.

Lunes 27 de agosto del 2001

Ingrata

Al nacer, el día que te dieron a luz,
tu cordón umbilical no fue cortado,
no fuiste lavada ni envuelta en pañales.

Nadie se compadeció de ti y
fuiste arrojada en pleno campo.
Dabas asco el día que naciste. 
Yo pasé junto a ti y te vi
revolcándote en tu propia sangre.
Entonces te dije: vive y crece.

Tú comenzaste a crecer,
te desarrollaste y
te hiciste mujer.
Yo pasé junto a ti y te vi.
Era tu tiempo, el tiempo del amor.
Extendí sobre ti el borde de mi manto
y cubrí tu desnudez.  
Contigo hice una alianza;
te hice un juramento, una promesa
y tú fuiste mía.
 Yo te lavé con agua,
limpié la sangre que te cubría,
y te bañé con perfume.
 Te puse un vestido espléndido,
te calcé con zapatos de cuero fino
y te adorné con un manto de seda.
 No te faltaron las joyas:
pendientes en tus orejas,
collares en tu cuello,
anillos en tus manos y
brazaletes en tus muñecas.
Coloqué una espléndida diadema en tu cabeza.
 Estabas adornada de oro y plata,
tus vestidos eran los más finos.
Te alimentabas con lo mejor.
 Llegaste a ser extraordinariamente hermosa
y te convertiste en una reina.
 Tu fama se extendió entre las naciones,
porque tu belleza era perfecta
gracias al esplendor con que yo te había adornado.
 Pero tú te preciaste de tu hermosura
y te aprovechaste de tu fama
para prostituirte.
 Te entregaste
sin pudor
a todo el que pasaba.  
Con el oro y la plata que te di
fabricaste tus propios ídolos,
para adorarlos.
 Los vestiste y adornaste con mis regalos.
Les ofreciste mis perfumes como ofrenda.
Incluso, a ellos, inmolaste a mis hijos.
 Yo, aún me acuerdo de mi juramento;
no he revocado mi promesa ni me olvido de la alianza.
Yo, espero que te avergüences de tus desórdenes.

 

Parece la letra de un tango pero es Palabra de Dios.
Por medio del profeta Ezequiel
se lo dice a Jerusalén
y nos lo puede estar diciendo a nosotros.

“La ingratitud es el peor de los pecados”,
dijo Cervantes con poco rigor teológico, pero con mucho corazón.

 

Lunes 27 de agosto del 2001

La corrección

Empezó su rato de oración y le dijo al Señor:
Se lo tengo que decir.
Sería un cobarde si no lo hiciera.
Además, él se lo merece; es un tipo fenomenal.
Pero me cuesta. Tengo miedo que no lo tome bien o que me mal interprete.
Tengo que encontrar una forma delicada y clara para decírselo.
Habrá que encontrar el momento y el lugar oportuno.
Se lo voy a decir dejándole una gran libertad.
Le mostraré mi personal perspectiva y le aclararé que puedo estar equivocado.

Señor, seguramente muchas de estas cosas pensaron antes de corregirme. Pero, igual: ¡ cómo me cuesta que me digan las cosas!
 Dame humildad, sabiduría, paz y apertura mental para aprovechar esta corrección.
 

Que Dios nos enseñe a corregir y nos ayude a aprovechar las correcciones. AMÉN.

Lunes 27 de agosto del 2001

Monedas del Evangelio

Distinto tipo de monedas y en diferentes circunstancias aparecen en las páginas del Evangelio.
Quienes multiplicaron sus talentos fueron premiados; el que lo enterró fue castigado.
Con una moneda milagrosa Pedro pagó el impuesto del Templo por él y por Jesús.
Un denario sirvió a Jesús para explicar que es distinto el culto y la obediencia que se le debe dar a Dios de los deberes para con los gobernantes.
Las dos moneditas de muy poco valor (ambas hacían un cuadrante, o sea, la cuarta parte de un as; que, a su vez, era la decimosexta parte de un denario –un denario era el jornal de un trabajador del campo) que depositó la viuda en el templo, fueron objeto de elogio y de ejemplo de Jesús para sus Apóstoles.
Las monedas que Mateo dejó en el telonio lo convirtieron en uno de los hombres más ricos de la historia.
Las monedas robadas y las treinta de plata que cobró Judas por su entrega lo convirtieron en el “pobre hombre” más famoso de la historia.
 

El dinero, en sí mismo, no es moralmente bueno ni malo.
Dependerá de cómo se ha conseguido, para qué se lo utilice y del lugar ocupe en el corazón.

Lunes 27 de agosto del 2001

Calculadores

En más de una oportunidad, dos recién casados o dos próximos a casarse, me comentaron:

“Vamos a esperar unos años para tener hijos.
Queremos que nuestro matrimonio se afiance.
Nos gustaría terminar de pagar un crédito,
crecer laboralmente, bla, bla, bla ”.

Quieren tener todo bajo control, todo bien organizado.
¡Qué pena me han dado!
Me hicieron acordar a los indios que cambiaban sus joyas –piedras preciosas, plata y oro- por vidrios de colores.
Hay que confiar más en Dios.
Él tiene mucho que ver en nuestras vidas y las organiza mucho mejor.

Un consejo personal:
Si no quieren estar abiertos a la vida, no se casen y esperen hasta poder hacerlo.

Martes 28 de agosto del 2001

Es hediondo

No sé si alguna vez viste de cerca un caballo o una vaca muerta y putrefacta.
Cuando está totalmente descompuesta, ni siquiera se la puede mover a otro lugar. Es un espectáculo asqueroso y tiene un olor insoportable.
Si te dijeran:
“Si hacés TAL cosa te vas a convertir en ESO.”
¿Qué harías?
 San Juan María Vianney, el cura de Ars, en su “Sermón sobre Jesucristo” predicaba:
“El Señor permitió un día a un profeta ver un alma en estado de pecado, y nos dice que parecía el cadáver corrompido de una bestia, después de haber sido arrastrado durante ocho días por las calles bajo los rigores del sol.”

El pecado es “el único mal”y es la peor de las estupideces
(stultitia, lo llaman –más delicadamente- muchos autores).

 

Martes 28 de agosto del 2001

Excusas

Ernesto había comenzado otro régimen.
Por algo lo llamamos “el gordo Martín” (Martín es su apellido, aclaro).
“El Eeernesto” -como le dicen en su ciudad natal, Córdoba, en la Argentina- me contó:
“Che, Juan Maaaría, ¿sabéi lo que me paso en lo de la nutricioonista?
Estaba io esperando trhaanquilo cuando iegó una Gorda. No sabé lo qu´era..., venía de la mano de su maarido; chiquiitito el huaso.
Entrhó en el box, con el marido, por suupuesto.
La secreetaria cantó: “El peso.”
Silencio-yhadio.
“El peso”, volvió a yhepeetir la secreetaria.
De yheepente, la Gorda dijo indiiinnada:

 
“¡Ves!, ¡ vos tenés la culpa! ¡vos tenés la culpa!
¡Quién te manda traerme esos higos con dulcee eleche”!
 

(Ernesto, gran amigo, qué tonaadón que tenéi.)  

Quizás no esté de más, decir que no pretendo ser ofensivo; además, yo también estoy excedido de peso.
Quizás tampoco esté de más decir que, muchas veces, es im-pre-sio-nan-te las excusas que podemos llegar a inventar.

Digamos siempre la verdad,
aunque nos dé vergüenza,
aunque tengamos que reconocer nuestro error.

Martes 28 de agosto del 2001 

Herodes

Muy borracho hubo que estar Herodes el día de su fiesta de cumpleaños.
Muy borracho tuvo que haber estado para jurarle a Salomé que le daría lo que pidiese; incluso, la mitad de su reino.
La “niña” había danzado y el baile había deslumbrado al rey.
La “niña” era hija de su concubina; de Herodías, la mujer de su hermano Filipo.
La “niña” consultó a la madre. La adúltera pidió la cabeza de Juan el Bautista en una bandeja de plata.
Muy borracho tuvo que estar para entregársela.

 En la vida, muchas veces vamos a equivocarnos. Pero, no seamos locos, arrepintámonos y no sigamos obstinadamente el camino de la maldad y de la mentira.

Novios:
Por no vivir la pureza ella pudo quedar embarazada.
Ni se les ocurra abortar; o casarse sólo por este motivo.

 

Martes 28 de agosto del 2001

Obstinado

Obstinadamente quejoso estaba el burro.
Molestamente resignado se lamentaba:

 “¡Tener que viajar hasta la ciudad!
¡Qué castigo!
¡Ciento cincuenta kilómetros a pata!
¡Tres o cuatro días caminando!
¡Con este frío invernal!
¡Por estos desastrosos caminos!
¡Comiendo poco y mal!
¡Quién me va a asegurar que haya agua!
Además, viene la mujer del jefe que no conozco y que está embarazada.
Va a ser un viaje, largo, pesado y leeento...  

El viaje no fue ni largo, ni pesado ni lento.
Todos los lamentos se acabaron.
Todas las quejas se transformaron en exultante euforia.
Cuando el obstinado burro tuvo que calentar al Niño con su aliento.
Cuando Dios le acarició el hocico con su manito.
 

Cuantas veces nos quejamos
y no nos damos cuenta que la Virgen está a nuestro lado.
Cuantas veces nos quejamos
y no nos damos cuenta de que Él quiere premiarnos.

Martes 28 de agosto del 2001

 

Qué bellas son

Después de un almuerzo, mientras tomábamos un café, el Padre Leonardo nos contó lo siguiente:

-“Caminaba esta mañana por una vereda, cuando una chica, joven y bonita cruzó la calle y comenzó a caminar delante mío. Un obrero de la construcción se asomó por una ventana para decirle algún piropo; pero, cuando vió la sotana -y con esa chispa que tienen los cordobese- cambió (¡seguramete!) el discurso y grito:

¡-Padre!, ¡Bendiga esa criaatura!”

¡Cómo nos reímos!
No todas las miradas a una mujer tienen que ser pecaminosas.
En el año 1974, en un teatro de Buenos Aires y ante un auditorio numeroso, San Josemaría Escrivá, respondiendo a una pregunta de una conocida actriz dijo que sí se podía vivir limpiamente en el ambiente cinematográfico y artístico.
También le comentó (sin ser textual lo que a continuación cito, es muy fiel el mensaje):

“Dícelo a esos amigos tuyos...
Y..., diles..., que te lo ha dicho un sacerdote que ha contemplado una Venus. La Venus Capitolina, en su desnudez más pura y que ha dado gracias a Dios por la belleza de la mujer.¨ 

El que pueda entender, que entienda.

Martes 28 de agosto del 2001  

Tu actitud

Sofía, una de los nueve hijos de mi gran amigo el Negro Vélez Funes, un día, en El Cortijo -el campo de sus abuelos Ferrer, en Despeñaderos, Córdoba- me contó el siguiente hecho:

-“El otro día, en la calle, escuché lo que le decía, hecha una fiera, una novia al novio:
 -´Si te queréi í; íte. Pero, es l´ atitú túia la que me indinna´

( Traducido del cordobés básico: Si te querés ir, vete. Pero, es tu actitud lo que me indigna).  

Señor: ¡GRACIAS por no INDIGNARTE con NUESTRA actitud!

Martes 28 de agosto del 2001

Qué difícil

¡Qué difícil puede llegar a ser seguir el dictado de la propia conciencia cuando la prudencia pareciera oponerse!
¡Qué difícil puede llegar a ser seguir el dictado de la propia conciencia cuando el consejo es no hacer lo que uno piensa que debería hacer!

San Josemaría Escrivá dijo que, por salvar un alma, él se iría hasta las puertas del infierno; más no. Allí no se puede amar a Dios.
Yo también me iría ¿y vos?
También creo que no se debe ser un cabeza dura y obstinado, seguir el propio capricho
y decir que eso es lo que le reclama la conciencia.

Miércoles 29 de agosto del 2001

Comparto

Hace unos meses me escribían.
Es textual y verdadero:

“Va a costar mucho convencerme de lo que no entiendo o no puedo aceptar. Para mí la obediencia significa, aceptar, compartir y hasta renunciar, pero nunca someterse.”

Jesús invitó, sugirió, propuso, mostró, animó, avisó, ¿amenazó?; lo que nunca hizo fue obligar a nadie, ni quitarle la libertad.

Jueves 30 de agosto del 2001

Contreras

Un amigo me contó que los chanchos son tremendos: cuando los entran salen.

“Mirá, la mejor forma de subirlos a una camioneta es ponerlos en una rampa y tirar para atrás.”

Nunca he podido experimentar el sistema.

Sí me he encontrado con gente que siempre te lleva la contra: decís blanco dice negro; que es mucho, para él poco; es lejos, no está cerca... AGOTAN

Jueves 30 de agosto del 2001

Hablar

“Padre, me dijeron que fulanita habló mal de mí.”
}“Hablá con ella.”
 “Padre, me da la impresión de que mi marido no me valora.”
“Hablá con él.”
“Padre un papá del colegio donde trabajo está totalmente ausente.”
“Hablá con él.”
“Padre, mi socio, mi novia, mi vecino, mi jefe...”
 

Hablar SIEMPRE es bueno.
Además, así, muchos de los problemas se consiguen resolver.

Jueves 30 de agosto del 2001 

No pasarse

“No hay que ser más papista que el Papa.
Está bien; pero tampoco menos.

Lástima me da que algunos no cumplan con sus deberes de cristianos y pongan como excusa el mal comportamiento de otros fieles.

Jueves 30 de agosto del 2001

Sentencia

“El 99 % de los problemas entre las personas
se deben a problemas de comunicación.”

Sentenció un catalán.
Creo que ahora es sacerdote.
Creo que exageraba un poquitito, pero creo que tenía muchísima razón.

Jueves 30 de agosto del 2001

Una madre

Una mamá le escribía una carta al director de un seminario menor y le decía:

“Padre, quería contarle un sueño que tuve: Un día Tata Dios llamó a Jesús y le dijo que necesitaba que bajara a la tierra y convocara vocaciones.
Los hombres están haciendo uso de todo los que les hemos regalado para que puedan ser felices, pero están tan ocupados en sus logros personales que no tienen en cuenta el amor que Les tenemos (Padre, Hijo y Espíritu Santo). Muchos están permitiendo –algunos sin querer- que Satanás consiga engañar a muchas almas. Por eso, necesitamos de muchas, muchas vocaciones que Nos ayuden a remediar esta situación.”
Jesús le contestó:
Por supuesto Padre, lo haré con mucho gusto. Pero un sólo deseo quiero pedirte: que me permitas invitar a la Virgen María, mi Madre, para que me ayude a redactar los reglamentos de los seminarios.”

La carta no es textual (pero casi).

Quizás haya que cambiar reglamentos
(de cualquier tipo)
algunos para suavizarlos otros para conseguir poner un poco más de orden.
De todas maneras, más importante que el reglamento, estatuto, ley u ordenanza son aquellos que tienen que aplicarlos.
Exagerando un poco podría decir que, para quien tiene criterio
(sentido común y sentido sobrenatural)
cualquier esquema puede hacerse bueno; y viceversa.

Jueves 30 de agosto del 2001

 

 

Ordenación con San Juan Pablo II 1990

Con San Josemaría 16 de junio de 1974

Contactos