ara sintonizarte con Dios I
Cuentos, historias y reflexiones del P. JMG

Una explicación

Siempre me gustaron los cuentos.
Cuando me ordené sacerdote comencé a coleccionarlos y a predicarlos.
Cuando empecé a relacionarme con muchos amigos y conocidos a través del correo electrónico, me dediqué a difundirlos.
El jueves pasado recibí un e-mail que me agradecía los cuentos que le estaba enviando. Yo le había preguntado si los guardaba; su respuesta fue: “Por supuesto que guardo tus cuentos; lo que sí me gustaría es que, algún día, me regales algo escrito por vos. Seguro que podrías hacerlo.”
Nunca se me había ocurrido.
Nunca me había sentido capaz.
Ese fin de semana escribí los primeros diez y luego seguí.... Me quedé muy contento.
Quizás a vos también te puedan llegar a gustar.
Se los dedico a mis Madres. Las dos están en el Cielo.
¡¡Que Dios los bendiga

27 de agosto del 2001

Comprensión

Lo miró d e t e n i d a m e n t e y reflexionó:
-“Pobre, está cansado, se nota que no ha dormido bien.
Está trabajando demasiado duro, ¡qué bien le vendrían unas vacaciones!
¡Qué lástima que en su casa no encuentre el apoyo y la comprensión que necesita! ¡Qué importante sería que sus seres queridos lo valoren como se merece! ¿No se deja, acaso, la vida por ellos?
Tiene todo el día por delante, esperemos que no encuentre demasiados problemas en el trabajo ni le ataque su habitual dolor de cabeza.
 Lo volvió a mirar d e t e n i d a m e n t e, terminó de cambiarse y cerró la puerta del espejo del ropero del vestidor.

Señor: ¡Enséñanos a querer a los demás, como nos amamos a nosotros mismos!

Viernes 24 de agosto del 2001

Fue fiel

A poco de nacer, murió su hermanita.
Su madre falleció cuando tenía sólo nueve años; fue de repente, no pudo verla viva en sus últimos instantes.
Estaba terminando el bachillerato cuando “partió” su único hermano, con su flamante título de médico.
En una habitación congelada –el frío era tremendo y no tenían calefacción- encontró a su padre muerto; tenía veintiún años de edad.
Por esos años quiso dedicarse al teatro y a la poesía pero tuvo que padecer la guerra.
Era un intelectual pero, en vez de estudiar en la universidad, tuvo que trabajar en una cantera, picando piedra.
Fue perseguido y tuvo que refugiarse para salvar la vida; muchos de sus amigos fueron torturados y asesinados.

Si nos hubiera tocado vivir nuestra juventud en estas circunstancias,
quizás nos hubiéramos enojado y resentido con Dios,
¡¡qué alegría que no le haya sucedido a Juan Pablo II!!

Sábado 25 de agosto del 2001

No sabés rezar?

“Señor, enseñame –por favor- a rezar.
-Padre mío que estás en el Cielo...¨, te pido que me ayudes a conseguir percibir tu amor, y que sea el amor a Vos lo que me mueva... Que sea ese amor lo que me lleve a rechazar todo lo que pueda llegar a ofenderte.
¡Cómo me gustaría, Señor, alcanzar una mayor profundidad interior y un espíritu de mortificación más recio...!
Todo un tema es mi corazón... Me encantaría que estuviera lleno de Vos y que todos mis amores pudieran “pasar” ¡siempre! por tu Sagrado Corazón.
Te lo decía, que nunca me mueva por amor propio, por vanidad o soberbia; tampoco por sentirme presionado, coartado, obligado o vigilado. Que no me falte la rectitud de intención y sea el cariño por Vos mi único motor.
Señor, que realmente me dé cuenta de que
“el gozo más acabado del que ora es entender que Dios le entiende.”
Dios Padre hizo silencio.
Luego, dirigiéndose a Jesús y al Espíritu Santo, preguntó:
-Qué otros pensamiento podemos inspirarle a este hijo, que pone tanta buena voluntad, en su rato de oración?

Hermano, no te olvides que la oración es –fundamentalmente- acción de Dios, iniciativa divina.

Sábado 25 de agosto del 2001

Adivinanza

“Cuanto más doy, más soy
Cuando no doy, triste estoy”

¿Sabés quién es?
R.: El género humano

No te olvides: el hombre es el único ser en la tierra que, por su verdad intrínseca, se encuentra orientado a la personal donación; nunca podrá encontrarse plenamente a sí mismo sin una entrega sincera de sí mismo. El corazón del hombre aspira amores grandes y nobles; no se satisface con amoríos pequeños y egoístas.

Domingo 26 de agosto del 2001

Por favor, dímelo

Por favor, dime lo mucho que me amas;
lo mucho que me extrañas;
lo mucho que piensas en mí.  

Dime que yo le doy sentido a tu vida;
que no puedes vivir sin mí;
que te encanta estar conmigo.  

Dime lo mucho que te gustan mis caricias;
que adoras mi sonrisa y
que mis ojos te fascinan.  

Dime que te encanta mi carácter;
que mi charla es un placer y
que, conmigo, te sentís contento y contenido.

Si tu novia –o tu mujer- (tu novio –o tu marido-) te lo pidieran: ¿no se lo dirías con un gran gusto?
 ¿Por qué no se lo decís al Señor o a la Virgen?
Nadie te quiere como Ellos

Domingo 26 de agosto del 2001

 

El sueño

Después de un intenso y atareado día, se acostó, se durmió y soñó:

“El ángel me llevó por un camino lleno de flores sin aroma; en bajada, fácil de recorrer -al principio-; de pronto, el descenso se tornó peligroso y casi imposible de evitar.

Vi por este camino a muchísimos jóvenes. En un momento eran enlazados por un pie y arrastrados con gran violencia hacia el abismo.

Los lazos tenían nombres: “Malas conversaciones”, “Malos Ejemplos, “Robos”, “Orgullo”, “Impurezas”, “Faltas de Piedad”, “Pereza”, “Gula” eran algunos de sus nombres.

Un gran monstruo tiró los lazos hacia abajo, intenté evitarlo pero casi me arrastra también a mí.

El ángel me dijo:

“El remedio para cortar estos lazos está al alcance de todos, míralos.”

Y vi cuchillos, espadas, martillos... Una decía “Confesión bien hecha.” Otra: “Comulgar.” Una tercera decía “Leer libros buenos.” Y había una poderosa y afilada arma con este título “Ser devoto de la Virgen María.”

El ángel me explicó:

“Todos los que usaron estas armas pudieron cortar los lazos o trampas que los llevaba hasta el abismo y volvieron al camino de la salvación.”

Luego llegué al infierno y vi las penas terribles que sufrían los que vivieron en paz con sus pecados. Veían el Cielo y sentían espantosa tristeza de no poder amar ni ser amados.., se peleaban unos con otros y había un fuego que devoraba a los espíritus. Un fuego distinto al de este mundo, pero un fuego espiritual que hacía sufrir.

Al finalizar el sueño, lejísimos ya del sitio donde había visto sufrir a los condenados, apoyé el dedo en la última de las paredes y sentí una quemadura tan espantosa que di un fuerte grito y me desperté.”  

Al día siguiente su dedo pulgar estaba negro y la uña se le cayó con gran dolor. No se trató de una pesadilla, fue una revelación.

Poco tiempo después, el 3 de mayo de 1868, San Juan Bosco narró su sueño ante un auditorio emocionadísimo.

No se había animado a contarlo antes pero, la noche anterior, una aparición impresionante le dijo:

-“Por qué no cuentas lo que has visto? ¿No sabes que hará un gran bien a muchos?”

Domingo 26 de agosto del 2001

Ella

Ella tiene muchos años y continúa bellísima, sin manchas ni arrugas.
Ella heredó los mejores las mejores recetas y los manjares más ricos.
Ella alimenta a los suyos y es generosa con todos el que se quiera acercar.
Ella acoge siempre a todos: buenos y malos, sanos y enfermos, ricos y pobres...
Ella ha sufrido el abandono y la traición de algunos hijos.
Ella ha sido honrada por grandes hombres y mujeres.
Ella es la esposa del Señor; Ella es la Iglesia Católica.  

Recordémosle a muchos:
no se puede amar a Dios si no se ama a su Iglesia.

Domingo 26 de agosto del 2001

La decisión

En un momento determinado vio toda su vida como si fuera una película:

“Mi infancia, la adolescencia y la madurez.
Cuántas cosas he recibido: el don de la vida, mi fe, la familia en la que nací y la que pude formar, los amigos, la salud, el trabajo y tantas cosas más...
Muchas fueron las cosas buenas que pude hacer, gracias a la ayuda del Señor. Pero…, también…, cuantos pecados: grandes y pequeños, de vanidad, de orgullo, de sensualidad, de egoísmo, de omisión; ¡cuántos mandamientos –y, cuantas veces- he infringido; cuánta rebeldía, cuánta dejadez.”

Luego escuchó la voz de Jesús, que le dijo:

-“Dentro de quince segundos se decidirá tu suerte eterna.
Esta es tu vida. Así aprovechaste el regalo que te hicimos.
¿Qué opinión te merece”?

Con dolor, pero con paz, respondió:  

-“Qué pena me da no haberte sido fiel.
¡Cuánto te ofendí!
¡Qué ingrato fui!
¡Cuánto me diste y qué poco devolví!
Que se cumpla, Señor, tu voluntad.
 

La Virgen lo tomó de la mano y lo llevó al Cielo.

Una idea para difundir: el infierno no es una decisión de Dios es una opción de cada hombre.
“Morir en pecado mortal sin estar arrepentido ni acoger el amor misericordioso de Dios, significa permanecer separados de Él
para siempre por nuestra propia y libre elección” (Catecismo de la Iglesia Católica número 1033).

Domingo 26 de agosto del 2001

La respuesta

Le pregunto o no le pregunto?
¿-Qué hago?
-Y ¿si me responde que sí?
-Mejor no le pregunto.
-Pero, ¿me voy a quedar toda la vida con la duda?
-Le pregunto.
-Pero, ¿estoy dispuesto a aceptar?
-Le pregunto igual.”  

Y le preguntó.
Y le respondieron.
Y, era lo que él se imaginaba. 
Pero no se animó.
Y se fue triste.
No quiso seguir a Jesús.
El joven prefirió quedarse con sus bienes.

“A Jesús estoy dispuesto a darle todo… menos: esto.”
Es muy factible que sea lo que te está pidiendo.

Domingo, 26 de agosto del 2001

Para ir al Cielo

San Alfonso María de Ligorio, en su libro de Teología Moral, afirma:

“La impureza es la puerta más ancha del infierno. De cien condenados adultos, noventa y nueve caen en él por este vicio, o al menos con él” (1.3., n. 413).

No se dónde habrá conseguido San Alfonso la estadística, supongo que San Pedro no se la habrá pasado (chiste); pero, de todas maneras, y pensando en positivo:  

¿¡te das cuenta de que si vivís como Dios manda tu castidad,
tenés un noventa y nueve por ciento de posibilidades de irte al Cielo!?

Domingo 26 de agosto del 2001

 

Recordar

Quizás hayas visto y recuerdes la película “Mr. Holland opus”, titulada “Maestro de música”, en castellano. En un momento, la historia muestra que:

Las horas de práctica y de trabajo despiertan el amor entre el maestro y la bella y virtuosa alumna.
Ella le ofrece (le pide) que la acompañe, en su camino de iniciación artística, después de la gran actuación que están preparando.
Él acude a la cita en la terminal de ómnibus.
Él, que siempre ocupó el lugar que le correspondía: le deseó suerte, le besó la frente y la despidió.
Cuando llegó a su casa, tomó el album de fotos familiares y se “llenó” de bellos recuerdos mirando las imágenes de su mujer y de su hijo...

RE: denota repetición o reintegración.
COR: del latín cor, corazón.
DAR: del latín dare, entregar, sujetar, someter, otorgar...
RECORDAR es volver a pasar por el corazón.
Ser fiel es RECORDAR lo prometido y vivirlo.

Domingo, 26 de agosto del 2001

Ordenación con San Juan Pablo II 1990

Con San Josemaría 16 de junio de 1974

Contactos