ara pensar en los amigos y el apostolado

El apostolado no es una tarea exclusiva de sacerdotes y almas consagradas. Todo fiel cristiano está llamado por Nuestro Señor Jesucristo y por la Iglesia a llevar la Buena Nueva por donde fuere.

El Espíritu Santo es quien guía a las almas, pero Él quiere servirse, muchas veces, de los hombres -como verdaderos instrumentos-, para llevarlos por el “Camino de la Verdad y de la Vida”.

A veces sucede que algunas personas quieren ayudar a sus amigos y conocidos a acercarse a Diosy no saben cómo hacerlo. Por este motivo, ofrecemos un elenco de ideas, actividades o devociones que pueden ser útiles para elaborar un propósito apostólico.

Si, efectivamente, fuera útil, cada uno podrá adaptarlas a sus personales circunstancias y a las de sus conocidos y amigos.

A. El fundamento del apostolado es la oración y la mortificación. Es lo primero y nunca debe faltar.

B. El apostolado, cuando es de amistad, exige, por ejemplo:

1. Compartir juntos momentos de charla o conversación: un café o un almuerzo, un tiempo de deporte, un paseo o una excursión.
2. Conocer a la familia del amigo.
3. Visitarlo si está enfermo.
4. Escribirle si está distante.
5. Llamarlo o visitarlo para su cumpleaños.
6. prestarle algún libro que nos haya interesado.
7. presentarle a nuestros amigos y conocer los suyos.

C. La amistad llevará, naturalmente, a la confidencia. Por este motivo, lógicamente:

1. Se compartirán proyectos e ilusiones personales, preocupaciones y tristezas.
2. Se hablará a los demás de Dios y del “lugar” que ocupa en la vida de cada uno.

D. Convendrá ayudar los amigos a acercarse a Dios de a poco: con muchos respeto a su libertad y a su ritmo; al ritmo que el Espíritu Santo quiere para él, no a nuestro ritmo. Estos podrían algunos temas, metas o propósitos que podrían sugerirse :

1. Si está lejos de Dios: hablarle de la confesión.
2. Proponerle que rece por la noche, si no lo hace.
3. Enseñarle algún “ofrecimiento de obras”.
4. Hablarle de la presencia de Dios durante el trabajo.
5. Explicarle cómo puede hacerse la oración mental.
6. Orientarlo e impulsarlo al apostolado personal con sus allegados.
7. Sugerirle la dirección espiritual si se lo ve conveniente.
8. Procurar que vaya incorporando otras devociones. Por ejemplo:
*. la visita al Santísimo;
*. la lectura del Evangelio y de algún libro de espiritualidad;
*. el rezo del Angelus (o del Regina Coeli, en el tiempo pascual);
*. la asistencia a la Santa. Misa durante la semana;
*. el examen de conciencia, por la noche;
*. el uso del agua bendita, antes de dormir;
*. el hacerse imponer y llevar el escapulario de la Virgen del Carmen;
*. hacer romerías marianas, especialmente en el mes de la Virgen;
*. concurrir a alguna charla de formación cristiana;
*. participar, mensualmente, en algún retiro espiritual y,
*. hacer cada año un curso de retiro de dos o tres días;
*. participar en algún tipo de convivencias o encuentros formativos;
*. incorporar la devoción a los ángeles, a los santos y a las almas del purgatorio.

Repetimos, estas son algunas sugerencias. Cada uno hablará con Dios de sus amigos y le pedirá gracias para poder ayudarlo.

Ordenación con San Juan Pablo II 1990

Con San Josemaría 16 de junio de 1974

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