l ofrecimiento del día

A continuación, recogemos dos oraciones que pueden servirte para ofrecer el día a Dios , cuando te levantás por la mañana.

Bendita sea tu pureza
y
eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza.
A Ti, celestial Princesa,
Virgen Sagrada María,
yo te ofrezco en este día
alma, vida y corazón.
Mírame con compasión,
no me dejes, Madre mía.

¡ Oh Señora mía, oh Madre mía!,
yo me ofrezco enteramente a Vos y,
en prueba de mi filial afecto,
os consagro en este día mis ojos,
mis oídos, mi lengua, mi corazón.
En una palabra, todo mi ser.
Ya que soy todo vuestro,
oh Madre de bondad,
guárdame y protéjeme
como cosa y posesión vuestra.
Amén.

 

 

 

Ordenación con San Juan Pablo II 1990

Con San Josemaría 16 de junio de 1974

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